Ha sido la noche con la que sueña un futbolista. Ha sido la noche de Oihan Sancet, que regresaba a a Iruñea, su ciudad natal, para enfrentarse a Osasuna, equipo del que salió cuando alcanzó la edad cadete para aceptar la oferta de un Athletic que apostó fuerte por un chaval que ya con 15 años marcaba diferencias. A Osasuna le dolió aquel movimiento desde Ibaigane, porque quizá se temía que ocurriera lo que sucedió. Emergió un Sancet enorme. Un Sancet que se apropió él solito del derbi. Un Sancet que, además de ver puerta por segundo partido consecutivo, hizo el primer 'hat-trick' de su carrera profesional. Un Sancet que hizo tres goles de tantas maneras diferentes. Un Sancet que pasa a ser otro de los proscritos para la afición osasunista y un nuevo orgullo para la rojiblanca. Sancet, Sancet y Sancet. Y un Athletic que tuvo la virtud de sobreponerse muy pronto al jarro de agua fría que recibió a la decena de minutos, que ratificó que tiene fútbol y que se dio en El Sadar, estadio que le pone por motivos conocidos, un festín que le permite desprenderse del sambenito de no tener gol, volver a ganar lejos de Bilbao cuatro meses y medo después y mirar hacia cotas más altas en liga.
El covid-19 se ceba desde hace días con la sociedad y su efecto tsunami hace estragos. El fútbol no es ajeno a ello y el derbi de El Sadar fue fiel a esta realidad. Los banquillos proyectaban un retrato atípico, ya que los dos entrenadores, contagiados por el patógeno, tuvieron que ver el choque en sus respectivos domicilios, por lo que les tocaba a sus manos derechas disfrutar de su minuto de gloria. Bittor Alkiza, un exleón, y Rubén Uría mantenían el contacto directo con sus jefes, Jagoba Arrasate y Marcelino, pero eran ellos los que debían corregir los matices a ras de césped, donde se huele el fútbol. Marcelino –sin los positivos Lekue, Raúl García, Unai Nuñez y Zarraga, presentes ante el Real Madrid la pasada jornada– retocó su plan con la presencia cantada de los retornados Unai Simón e Iñigo Martínez y con la sorpresa de Alex Berenguer –los tres también han superado el virus recientemente– en el once cuando se esperaba al menor de los Williams. El de Barañain vive su pico más bajo desde que ejerce como rojiblanco y el derbi en la que fuera su casa le ofrecía ese plus de motivación para recuperar las sensaciones del pasado curso, en el que asomó una pegada impensada y que le ha abandonado en lo que va de esta liga. Berenguer, que como rojillo disputó 84 partidos oficiales, quiso protagonismo y lo tuvo, lo que es una buena noticia para él y para el colectivo.
Berenguer, que intentó el disparo en tres ocasiones en menos de diez minutos, fue determinante en la acción del 1-1, clave para que el derbi no se le escapara al Athletic. Porque el guion del choque saltó por los aires en un arranque trepidante y que casi nadie intuía. Kike García, un nueve de la vieja escuela y que en su etapa en el Eibar batió en cuatro ocasiones a los leones, sacó rédito de su perfil para ganar en el salto a Yeray y marcar los tiempos como mandan los cánones de un delantero centro y superar a Unai Simón, que poco pudo hacer. Osasuna dio primero, pero el derbi estaba llamado a los de antaño. Tuvo que ser un chico de Iruñea, fruto de Tajonar, el que salió al rescate del Athletic.Sancet, un futbolista con talento y llamado a ser un activo valiosísimo en el conjunto rojiblanco, había avisado con anterioridad al tanto rojillo, pero a la segunda no falló. El de Mendillorri está inspirado y es una plusvalía que debe exprimir. El 1-1 fue una acción coral, una contra de manual. La gestó, primero, Berenguer, la continuó Iñaki Williams y este sacó un servicio magistral que cabeceó Sancet, que silenció El Sadar.
El Athletic, entonces, sacó lo mejor de sí ante un Osasuna al que no le funcionó la fórmula de los tres centrales. Si Arrasate quería con ello cerrar espacios a Williams y a Sancet, no dio en el clavo ni de lejos. Porque los leones se activaron, subieron su presión, cogieron balón por medio de Muniain y Vencedor, los costados entraron en acción, el mayor de los Williams marcó su territorio y Sancet se sintió divino. Así llegó el segundo diez minutos pasados del primero. Sancet, de nuevo, al rematar con su derecha un buenísimo centro de un De Marcos que se resiste a ser un convidado de piedra. Sancet se había apropiado ya del derbi. En su ciudad natal, ante parte de sus amigos en las gradas. Fue la noche del de Mendillori, que todavía iba a decir muchas mas cosas a vuelta de vestuarios, aunque el Athletic se llevó un susto segundos antes de llegar a la caseta, cuando un despiste habilitó a Nacho Vidal, pero, afortunadamente, Balenziaga puso el cuerpo para evitar lo que habría podido ser el empate.
El derbi había cogido color rojiblanco y el Athletic era consciente de que no se le podía escapar. Y no se les escapó. Rubén Uría, en consenso telemático con Marcelino, mantuvo el plan sabedor de que Osasuna se sentía inferior y que sus pupilos se encontraban lo suficientemente enchufados como para retener el triunfo e incluso ampliarlo. Se dieron estas dos coordenadas, porque Osasuna apenas inquietó a Unai Simón y los leones dominaron el tempo del encuentro. Se trataba de una cuestión de paciencia y el monento álgido llegó a los 68 minutos, en una combinación de lujo, toda ella al primer toque. Iñaki Williams conectó con Muniain, este con Berenguer y el navarro encontró a su vecino para que Sancet volviera a empequeñecer a la defensa rojilla y a Sergio Herrera. La puntilla. El tercero de Oihan, que cerró 2021 con un gol y abre el 2022 con un 'hat-trick'. Una bendición para el Athletic y un martirio para Osasuna, al que le destrozó un chaval que en su día fue uno de los suyos.
FICHA TÉCNICA
OSASUNA: Sergio Herrera; Nacho Vidal (Min. 64, Roberto Torres), Unai García (Min. 75, Javi Martínez), David García, Cruz, Cote (Min. 83; Manu Sánchez); Moncayola, Lucas Torró, Rubén García (Min. 74, Chimy Ávila); Budimir (Min. 64, Kike Barja) y Kike García.
ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Balenziaga (Min. 90; Nolaskoain); Berenguer (Min. 75, Nico Williams), Vencedor, Dani García (Min. 75, Vesga), Muniain (Min. 90, Petxarroman); Sancet (Min. 84, Nico Serrano) e Iñaki Williams.
Goles: 1-0: Min. 10; Kike García. 1-1: Min. 16; Sancet. 1-2: Min. 25; Sancet. 1-3: Min. 68; Sancet.
Árbitro: Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a Sergio Herrera, Lucas Torró, Kike García, Bittor Alkiza, segundo técnico, y expulsó por dos amarillas a Chimy Ávila, por Osasuna; y a Yeray e Iñigo Martínez, por el Athletic.
Incidencias: Partido correspondiente a la décimo novena jornada de LaLiga Santander disputado en El Sadar ante 16.206 espectadores, según datos oficiales.