El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, sigue con la mirada clavada en las elecciones más cercanas -las municipales y autonómicas del 28 de mayo-, pero sin quitar la vista de las más lejanas -las generales, previstas para finales de año-. Al menos, eso es lo que se deduce de la catarata de anuncios que viene efectuando cada fin de semana durante los últimos meses. Ayer domingo anunció la creación de una línea de avales a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para garantizar el 20% de la hipoteca de una primera vivienda para jóvenes menores de 35 años con ingresos anuales inferiores a 37.800 euros y para familias con niños a cargo. Un nuevo golpe de efecto de cara a sus potenciales votantes con la vivienda para tratar de responder “a la emergencia habitacional”, aunque las comunidades del PP rebajaron su impacto y lo acusaron de haber anunciado una medida que ellas ya tienen en marcha o que tiene similitudes con las actuaciones en otros territorios.
Será mañana martes, tras su aprobación en el Consejo de Ministros, cuando la medida adquiera carta de naturaleza. Y cuando se pueda leer más en detalle la oferta socialista. Sin embargo, un acto preelectoral en Santa Cruz de Tenerife sirvió a Sánchez para realizar el anuncio. “Vamos a poner la vivienda en el centro de nuestras prioridades”, subrayó el presidente tras anunciar la línea de avales, la cual considera necesaria, especialmente cuando en España los jóvenes y las familias “tienen dificultad cuando van a un banco para tener la entrada y para poder hipotecarse y comprar su vivienda”. Ahondando en el asunto, detalló que la solución al problema es aumentar la oferta con “vivienda protegida” y “rehabilitar vivienda ya existente” y no “especular y convertir la vivienda en un bien de lujo”.
“Queremos convertir la vivienda en un derecho constitucional y un bien de primera necesidad”, agregó, en contraposición a una derecha que tan solo “habla de suelo para especular”. Sánchez afirmó que este tipo de medidas serían necesarias para que el Estado, con un 3%, alcance a Europa, donde la media de vivienda protegida es del 9%. Su apuesta es mirarse en el espejo de los países nórdicos. “Yo quiero que España se convierta en eso, en un país que tiene un 20% de vivienda protegida”, abundó. Añadió que, “si en la emergencia sanitaria avalamos a autónomos y empresas, ahora, ante la emergencia habitacional, vamos a avalar a nuestros jóvenes y las familias con menores a cargo”.
El presidente español no desaprovechó la ocasión de diferenciarse de la forma de proceder de la derecha durante los últimos años. “Cuando hablan de vivienda, hablan de suelo para especular y la vivienda como un bien de lujo, y nosotros la queremos convertir en un bien de primera necesidad, en un derecho constitucional”, manifestó categórico.
De hecho, recordó al PP que cuando ellos gobernaban “recortaron derechos y dispararon la desigualdad y nosotros, con nuestras reformas, estamos reduciendo la desigualdad a niveles previos a 2008 y ampliamos derechos”. Y es que, por último, destacó que el PSOE gestiona “mucho mejor que ellos la economía, por eso están rabiosos”. “La derecha anda molesta porque anuncio medidas. Claro, este es un gobierno que hace, no que deshace, planteamos avances sociales”, citó.