El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado este martes en el Pleno del Congreso la próxima aprobación de dos nuevos impuestos temporales a las entidades financieras y a las grandes compañías energéticas para recaudar aproximadamente unos 7.000 millones de euros en dos años.
En primer lugar, durante su intervención en el debate sobre el estado de la nación, Sánchez ha informado de que el impuesto a "los grupos dominantes" del sector eléctrico, gasista y petrolero estará en vigor durante 2023 y 2024 y buscará recaudar 2.000 millones de euros al año de los beneficios extraordinarios de estas empresas en 2022 y 2023.
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Asimismo, ha anunciado un nuevo impuesto dirigido a "las grandes entidades financieras que ya han empezado a beneficiarse de la subida del tipo de interés". Este impuesto, ha explicado, tendrá una duración de dos años y buscará recaudar 1.500 millones cada año.
Sánchez ha señalado que este impuesto se aplicará a las grandes entidades financieras que ya "se están beneficiando de las subidas de tipos de interés".
Durante su intervención, el presidente ha pedido a las grandes empresas que demuestren su responsabilidad social y corporativa en el momento actual revirtiendo sus beneficios extraordinarios en trabajadores y consumidores.
Sánchez ha recordado que el incremento en 500 millones de euros de los ingresos tributarios que ha recaudado en lo que va de año el Gobierno respecto al pasado, ha sido destinado a las ayudas para paliar el impacto de la guerra en Ucrania.
"Este es el momento de probar el compromiso social de las grandes empresas", ha dicho, de forma que "cualquier beneficio indirecto no engorde la cuenta de resultados ni los sueldos de los directivos" sino que revierta en la sociedad.
Sánchez avanza que tendrán que adoptarse medidas de ahorro energético
En su intervención, Sánchez ha avanzado que se van a tener que adoptar medidas de ahorro energético y habrá que impulsar un aumento del teletrabajo, fomentar el transporte público, bajar algún grado la calefacción o subirlo en el aire acondicionado. "Podemos hacerlo y lo vamos a hacer", ha dicho.
Ninguna de estas medidas que se adopten, ha afirmado Sánchez, atentarán contra el modo de vida de los españoles, "pero sí serán acciones que permitan defender nuestros valores y nuestro modo de vida cuando se ve atacado".
El jefe del Ejecutivo ha insistido en que aunque España no es de los países que más afectado se ve por las consecuencias energéticas de la invasión rusa de Ucrania, quiere arrimar el hombro en Europa: "No solo estamos aquí para ser ayudados, como en la pandemia, queremos ayudar cuando nos necesitan y esto es una oportunidad para mostrar al mundo que somos europeístas no por interés sino por convicción".
Sánchez ha insistido en que no se puede descartar nada sobre las consecuencias de la guerra en Ucrania, "mucho menos que Putin decida cortar el gas a Europa", lo que llevaría al continente a "sufrir restricciones de energía" con el consecuente "impacto sobre la economía española y europea".
Aún así, ha destacado que España es "menos dependiente del gas ruso que otros países" gracias, según ha recalcado, a la apuesta por "la independencia energética, las energías renovables y la diversificación del suministro del gas". "Eso no significa que no nos pueda afectar la situación", ha añadido.
Por otro lado, y ante los que dudan de la necesidad de intervenir en el conflicto en Ucrania, ha señalado que "olvidan que no participar del esfuerzo bélico" no libraría a España de los efectos económicos de la guerra, al contrario, "nos aislaría del resto de países con los que compartimos valores, principios e intereses".