Serenidad. Es el mensaje que Pedro Sánchez ha trasladado a sus compañeros en la Ejecutiva Federal del PSOE, donde ha tratado de expresar su “alegría” porque el proceso de investidura “ha salido bien”. A juicio del presidente del Ejecutivo en funciones, su estrategia solo hace “cumplir con el mandato de las urnas” de configurar un Gobierno de progreso, y ha reprochado la “enorme rabia de la derecha política, mediática y judicial por no haber ganado las elecciones”, visualizada en el ataque a sedes socialistas, principalmente a la de Ferraz. “Cuando ellos hablen de amnistía, nosotros hablaremos de igualdad y de políticas que hacen un país de progreso”, ha aventurado ante los suyos, en un cierre de filas en el que más de una decena de miembros de la Ejecutiva han intervenido para insistir en la necesidad de hacer pedagogía tras los pactos alcanzados. En este contexto, el portavoz en el Congreso, Patxi López, confía en que la tensión y las manifestaciones se rebajen cuando eche a andar el nuevo gabinete. “Lo que no es de recibo son los argumentos y mentiras sobre las que se están convocando las protestas diciendo que se rompe España, que esto es una dictadura y que Sánchez es un peligro para la democracia”, ha recriminado al PP, instándole a enterrar “las soflamas que generan odio y resquemor”.
Pero desde Génova siguen elevando el tono. El PP, en boca de su vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, ha llegado a soltar que Sánchez debería “irse del país en un maletero”, en alusión a lo que presumiblemente hizo en 2017 Carles Puigdemont, “por permitir la humillación de nuestro Estado de derecho, por permitir la humillación de la separación de poderes, esencial en cualquier en cualquier democracia”. Reclamando de nuevo la repetición electoral, ha considerado que el socialista será un “presidente trampas” porque llegará a Moncloa a lomos de un “engaño masivo” en el que los “primeros engañados” han sido sus votantes. Pero aún más hiperbólica ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien ha advertido a Sánchez que esta investidura “no le va a salir gratis, ya me encargaré de ello por mucho desgaste que esto contraiga”. Repitiendo su “golpe a golpe”, ha dicho que “con cada atropello, habrá una respuesta, porque no puede haber más abuso de poder ni se le puede estar haciendo más daño gratuito a España y esto merece una contestación. Para eso me han elegido los madrileños, para ser responsable y para defender los intereses de todos, empezando por los de España”.
Por su parte, la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha aseverado que la futura ley de amnistía concitará un “acuerdo histórico” entre formaciones políticas para desplegar una medida “necesaria” para “acabar” con el conflicto político. “Siempre hemos dicho que solo se puede solucionar en democracia los conflictos políticos a través de estas herramientas”, ha destacado. Y, aunque ha admitido que es consciente que hay gente que no le gusta la amnistía, ha reclamado que generaciones pasadas ante momentos “dramáticos” tuvieron “altura de miras” para lograr solventar este conflicto. En este sentido, cree que a la derecha “belicista” no les preocupa la amnistía, solamente no gobernar.