En las elecciones generales del Estado español, el panorama se presenta muy abierto. Aunque en los últimos meses parecía que el PP disfrutaba del efecto Feijóo y, a tenor de todos los barómetros electorales, podía sumar una mayoría absoluta apoyándose en la ultraderecha de Santiago Abascal; parece que las tendencias en las últimas semanas están cambiando y el PSOE de Pedro Sánchez recupera terreno.
Así las cosas, a día de hoy no se puede descartar que Sánchez y el espacio a su izquierda –se llame como se llame finalmente– puedan revalidar el Gobierno de coalición que iniciaron en 2020. Sin embargo, la derecha sigue al alza con respecto a las posiciones que tiene hoy en día en el Congreso de los Diputados y al resultado que obtuvo Pablo Casado en 2019.
Según apunta, Pablo Simón, profesor de Ciencia Política de la Universidad Carlos III, las autonómicas de primavera en el Estado pueden influir notablemente en las generales: “Según lo que pase en mayo, el Gobierno será más o menos pato cojo. Si el PSOE pierda sus principales autonomías en juego todo el mundo va a descontar que Sánchez va a perder pero, si por el contrario, y como yo creo que puede pasar, el resultado es más mixto; el partido estará más abierto. Ahí es donde, por ejemplo, puede cobrar importancia el papel que puede jugar la presidencia europea de España en la segunda mitad de 2023, algo que Sánchez va a utilizar como un elemento para tratar de generar el mismo caldo de cultivo que vimos con la cumbre de la OTAN”.
Más allá de la presidencia europea, el Ejecutivo de coalición fía gran parte de sus expectativas a una hipotética recuperación de la economía. “La economía va a importar mucho. Es verdad que la inflación tiende a moderarse en su crecimiento y veremos lo que pasa en los próximos meses, pero hay bastantes razones para pensar que la derecha hoy está más fuerte que en 2019”, argumenta Pablo Simón.
Sumar y Podemos
Otra de las mayores incógnitas de cara a las elecciones generales, que serán en noviembre o diciembre del próximo 2023, será qué pasa con el espacio que hasta ahora se conocía como Unidas podemos y que lidera Yolanda Díaz, que está por ver si con su plataforma Sumar logra superar las reticencias de Podemos y alcanzar una alianza electoral.
Según recientes encuestas, de concurrir por separado Sumar y Podemos los resultados serían desastrosos obteniendo incluso menos de 20 escaños. Sin embargo, de acudir juntos a las urnas, podrían alzarse incluso con la tercera posición, por detrás de PSOE y PP y por encima de Vox.
“La clave va a ser la medalla de bronce, que determinará las mayorías. Porque ser primero o segundo es relevante, pero en un contexto multipartidista realmente lo importante es poder sumar mayorías. La fuerza, sea Vox o sea Sumar, que más se acerque al 15% es la que tiene más opciones de ser la tercera, y es por tanto la que tiene más opciones de poder decantar después las mayorías”, explica el profesor de la Universidad Carlos III.