Pedro Sánchez no se ha hecho esperar y a las 11.00 horas de la mañana de este lunes ha desvelado que ha decidido no dimitir y que seguirá al frente del Gobierno español para alivio de sus compañeros de partido y de Gobierno que no tenían claro su continuidad.
Todos los focos estaban en Moncloa después de que el pasado miércoles anunciara a través de una carta publicada en sus redes sociales que se daba cinco jornadas de reflexión para recapacitar sobre su futuro después de hacerse pública la noticia de que un juzgado de Madrid había abierto diligencias previas contra su esposa, Begoña Gómez, por delitos de tráfico de influencias a raíz de una querella interpuesta por el pseudosindicato ultraderechista Manos Limpias basada en informaciones periodísticas no contrastadas.
Sánchez ha logrado mantener hasta el último momento total hermetismo en torno a su decisión ante lo que miembros del PSOE y del Gobierno español habían mostrado evidentes muestras de nerviosismo. Tras denunciar la campaña de acoso de la que ha sido víctima su familia y de agradecer las muestras de apoyo recibidas a lo largo de los últimos días, el mandatario ha comunicado que ha decidido seguir en su cargo "con más fuerza si cabe". "Esta decisión no supone un punto y seguido, es un punto y aparte, se lo garantizo", ha añadido para aclarar después que asume "un compromiso de trabajar sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de nuestra democracia".
En su declaración institucional en la que los periodistas no han tenido oportunidad de plantear preguntas, Sánchez ha denunciado la campaña de descrédito que sufre su familia desde hace una década. "Si permitimos que se vuelva a relegar el papel de la mujer al ámbito doméstico teniendo que sacrificar su carrera profesional en beneficio de la de su marido, si en definitiva permitimos que la sinrazón se convierta en rutina, la consecuencia será que habremos hecho un daño irreparable a nuestra democracia. Exigir resistencia incondicional a los líderes objeto de esa estrategia es poner el foco en las víctimas y no en los agresores" ha destacado.
No es libertad de expresión
Además, Sánchez ha asegurado que "no se puede confundir la libertad de expresión con la libertad de difamación y ha pedido a la sociedad que se movilice en contra del "fango que coliniza la vida política"
Agradece el apoyo recibido
Sánchez no ha perdido la ocasión de agradecer el apoyo que ha recibido a lo largo de los últimos días, en especial las que han llegado desde el Partido Socialista y ha confirmado que estas muestras de apoyo le han ayudado a tomar la decisión de seguir al frente del Gobierno.
No habrá cuestión de confianza
Durante su intervención, el presidente español no ha hecho alusión alguna a convocar una cuestión de confianza, una de las posibilidades que se había barajado como salida al órdago planteado por Sánchez.
Antes de su comparecencia, Sánchez se ha trasladado a la Zarzuela donde ha comunicado su decisión a Felipe VI para después reunir en Moncloa a su núcleo duro. En esta ocasión, y al contrario de los que ocurría el pasado miércoles, el mandatario sí ha avanzado a su vicepresidenta, María Jesús Montero, al ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, y al secretario de organización del PSOE, Santos Cerdán, cuál era du decisión.
Tras su comparecencia, Sánchez también ha convocado a todos los trabajadores de Moncloa para explicarles de primera mano su decisión.