Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Fernández Mañueco visitaron ayer Fitur, donde el presidente del Gobierno español y Fernández Mañueco no se saludaron, a pesar de estar a escasos metros de distancia en algunos momentos, mientras que sí se produjo el saludo, abrazo incluido, entre el presidente de Castilla y León y el del PP.
Los encuentros y los regates tuvieron como trasfondo la polémica por el protocolo fantasma antiabortista anunciado por Vox en Castilla y León, negado por el PP y que provocó dos requerimientos del Gobierno, que ya ha dado por buena la “rectificación” del Ejecutivo de Mañueco, al negar la existencia de un nuevo protocolo para las mujeres que quieren abortar, polémica que el presidente Alfonso Fernández Mañueco ve producto de una “mentira” y una “manipulación”.
Moncloa explicó ayer que, a pesar de que la Junta aseguró la mañana de este jueves que inadmitía su requerimiento, le remitió por la tarde un escrito para aclarar que no se había producido “acto tácito alguno” en relación a las medidas anunciadas por Vox.
La Junta añadía que tampoco se había transmitido ninguna instrucción a los profesionales sanitarios “ni por escrito ni verbalmente”.
Con esta respuesta, el Gobierno de Pedro Sánchez considera que ha habido un “acatamiento formal” y una “una rectificación oficial” de la intención inicialmente manifestada por el gobierno de Castilla y León según lo anunciado por su vicepresidente, Juan García Gallardo, de Vox, en rueda de prensa el pasado 12 de enero y reiterado en días posteriores.
No obstante, añade Moncloa, también el jueves, el portavoz del ejecutivo castellano-leonés, Carlos Fernández Carriedo, expresó ante los medios que las nuevas medidas de atención a las embarazadas seguían adelante.
Por ello, el Gobierno español reiteró su preocupación por estos anuncios que, de nuevo, apuntan “a una voluntad de vulnerar la legislación vigente en materia de interrupción voluntaria del embarazo, circunstancia que en modo alguno el Gobierno de España va a tolerar ni consentir”.
“A estos efectos, el Gobierno se reserva la posibilidad de emprender cuantas acciones legales resulten oportunas”, alerta.
Sobre este mismo asunto, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, se mostró convencido de que han conseguido “frenar” la intenciones de la Junta aunque advirtió igualmente de que “como dicen de palabra una cosa y otra por escrito” el Gobierno seguirá vigilante. “Había un pacto oculto entre la derecha y la ultraderecha que Vox está exigiendo que se cumpla”, avisó.