Esquerra puede ver colmados sus deseos. Después del acuerdo entablado para modificar el delito de sedición, Pedro Sánchez se abre ahora a proceder con la reforma de la malversación aunque ello le granjee reproches no solo desde la oposición sino también desde sectores de su propio partido, pese a que se realizaría mediante un método quirúrgico que impida rebajar las condenas por corrupción y lucro personal. Así lo desveló en una conversación informal con los periodistas en el acto del 44 aniversario de la Constitución, donde, cuando se le planteó si podría reportar algún beneficio al expresidente andaluz José Antonio Griñán, reiteró sus argumentos y afirmó que creía haber sido suficientemente claro garantizando que no se retrocedería en la lucha anticorrupción. Ante la posibilidad de que Esquerra aproveche la tramitación de la eliminación de la sedición para pedir este nuevo paso en la desjudicialización del conflicto, Sánchez se refugió en el argumento del Gobierno y del PSOE de que es necesario esperar a que se presenten las enmiendas antes de este próximo viernes para proceder a estudiarlas.
El líder del PSOE puso el acento en el derecho comparado, en alusión a cómo se recogen estas cuestiones en los códigos penales de países del entorno, casos de Francia, Alemania, Italia o Portugal; y avanzó que su grupo presentará también enmiendas ante la reforma del Código Penal por la sedición, pero no soltó ningún detalle de su contenido. La fórmula para modificar la malversación, por la que también fueron condenados los líderes del procés, pasaría por una enmienda de ERC a esta proposición de ley que contase con el apoyo de las fuerzas que formen el Ejecutivo. Respecto al posible impacto electoral que puedan tener estas medidas, el presidente del Gobierno español se mostró convencido de que la política de desinflamación sobre Catalunya será un activo en los comicios de 2023.
Ejemplo
Un ejemplo ilustrativo de cómo quedaría el delito de malversación, según esbozan desde Moncloa, sería el de un hipotético alcalde que recibe fondos europeos y dedica parte a pagar las nóminas de la plantilla, algo que el Gobierno no consideraría corrupción política. Asimismo, precisan que no se puede castigar del mismo modo un caso como el anterior y el del extesorero del PP, Luis Bárcenas, condenado a más de 30 años de cárcel por, entre otras cosas, desviar fondos de la caja con dinero en B de la formación conservadora a cuentas personales en Suiza. En cualquier caso, el gabinete de Sánchez garantiza que los cambios que pueda haber no serían “un coladero” y que, en primer término, se hablaría con expertos. Desde el PP, creen que al final se hará “lo que quiera ERC” y censuran que se trate de vender la idea de que “hay una malversación que es buena”.
Paralelamente, el Gobierno no descarta ya modificar puntualmente la ley del solo sí es sí mediante un “retoque técnico”, después de que su aplicación haya provocado reducciones de penas y excarcelaciones a condenados por delitos sexuales, aunque se harían una vez se vuelva a pronunciar el Tribunal Supremo y establezca ya jurisprudencia. Hasta la fecha, tanto Sánchez como el resto de ministros se habían limitado a defender la ley y sus efectos positivos, remarcando que el objetivo de la norma es reforzar la protección de las víctimas. El líder socialista recalcó las bondades de la norma y la necesidad que tenía el Estado español de aprobarla. Por otro lado, aseguró que el PSOE defenderá hasta el final y no retirará su enmienda a la ley trans, que eleva a 16 años la edad para la autodeterminación de género sin autorización judicial, en lugar de 14 como pretende su socio de gabinete Unidas Podemos, lo que generó otra crisis en la coalición.