El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, centrará su visita a China en la que se reunirá con el presidente, Xi Jinping, en los lazos bilaterales con el gigante asiático, han señalado fuentes gubernamentales que explican que Sánchez ni representa a la UE, ni discutirá el plan de paz chino para Ucrania.
La visita a Pekín llega en un contexto internacional marcado por la agresión rusa y después de que Xi presentara su propuesta de paz para Ucrania a su homólogo ruso, Vladimir Putin, en una visita de varios días a Moscú. En este sentido, en Moncloa consideran inevitable hablar de la guerra en Ucrania durante el viaje, aunque insisten en que Sánchez no acude a China como portavoz de la UE.
Tanto Bruselas como Washington han sido informados del viaje y, pese a que la coyuntura representa una ventana de oportunidad para tratar los posibles avances hacia una solución de paz en Ucrania, el jefe del Ejecutivo, primer líder occidental que acude a China tras la reunión de Xi y Putin, no ejercerá de mediador de los Veintisiete.
Por contra, las fuentes apuntan a que el enfoque del viaje será económico y de refuerzo de los lazos bilaterales coincidiendo con el 50º aniversario del establecimiento de las relaciones entre España y China.
En declaraciones a su llegada a la cumbre de líderes de la UE en Bruselas, Sánchez ha subrayado que cualquier solución de paz "estable y duradera" debe basarse en las condiciones que establezca Kiev, algo que trasladará al presidente chino en su viaje los días 30 y 31 de marzo a Pekín.
"Es importante conocer de primera mano su posición sobre la paz en Ucrania y trasladarle que serán los ucranianos los que establezcan las condiciones para el inicio de esa paz, cuando llegue", ha afirmado el dirigente socialista.