Con más de 200 autobuses procedentes de todo el Estado y ante unos 10.000 fieles, Pedro Sánchez se dio ayer domingo un baño de masas en la fiesta homenaje que organizó el PSOE en Madrid donde, al margen de aclarar su posición humanitaria sobre el conflicto bélico entre Israel y Palestina, el presidente del Ejecutivo español hizo una nueva defensa de la ley de amnistía al entender que contribuirá a conseguir “un país más cohesionado, con más convivencia y más unido que nunca”. “Con esta decisión trascendente de la democracia española se van a ver beneficiados hasta incluso aquellos que se movilizan en contra”, se jactó el líder socialista, arropado por los 17 ministros de sus siglas, muchos ex responsables de departamentos del Gobierno, las cúpulas de Ferraz y Moncloa, dirigentes territoriales y el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
“Veo a una derecha y a una ultraderecha que claman por una movilización para que España se defienda ante un riesgo que no existe, que no es tal, porque España no se va a romper”, suscribió Sánchez, que también quiso homenajear a las casas del pueblo que se están viendo vandalizadas por la extrema derecha ante su reelección y su apuesta por esta medida de gracia. Por ello, pidió a sus bases que mantengan la calma, que no respondan al odio y que tiren hacia delante. O sea, como él mismo aseveró apoyándose en un lema que usaron los británicos en la II Guerra Mundial para subir la moral de la ciudadanía del país bajo amenaza de una invasión inminente: Keep calm and carry on. “Vox insulta pero el PP, lejos de condenar esos insultos, lo que hace es doblar la apuesta. En todo caso, a la bronca, al ruido, a toda esta polarización que no corresponde sino con una falta total de asumir el resultado electoral y, por tanto, que tengamos cuatro años más de avances progresistas, vamos a responder con mucha serenidad y a los insultos, con sentido del humor”, propuso.
“Atacan y asedian las casas del pueblo porque son espacios democráticos de deliberación donde han surgido las principales conquistas sociales que luego hemos llevado a los congresos federales del PSOE y finalmente al Boletín Oficial del Estado cuando hemos tenido ocasión de gobernar (...). Pero lo que nunca van a poder derribar los principios y valores del PSOE porque tenemos raíces muy profundas”, destacó el presidente del Gobierno español después de que Zapatero augurara que “llegará un día en el que se dirá que un Gobierno de Sánchez aprobó una amnistía que abrió la puerta a la convivencia”. “Dicen que estamos en una dictadura. No hay un país democrático en el mundo donde se insulte y se critique y se descalifique más a un presidente de Gobierno en una libertad de expresión absoluta”, indicó además el exmandatario, en referencia a las declaraciones de algunos líderes de la derecha, como Isabel Díaz Ayuso.