Pedro Sánchez no tiene en mente un cambio de pareja en este baile. El Gobierno español ha querido despejar las dudas que existen sobre sus intenciones para la negociación de los Presupuestos del próximo año, días después de que los contactos con el PNV no hayan logrado desatar los principales nudos gordianos con este grupo. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que ha aprobado el proyecto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha señalado este jueves con claridad al PNV y a ERC como "socios prioritarios" y se ha fijado como objetivo amarrar sus votos.
En una pregunta que ni siquiera citaba al grupo jeltzale, sino que interrogaba a la ministra por ERC, Montero fue categórica: "Aquellos que apoyaron la moción de censura e hicieron posible la investidura son socios prioritarios, PNV y ERC, y también Compromís, Más País, PRC... Son todos prioritarios". La ministra no citó a EH Bildu, que no tiene un acuerdo de investidura, aunque añadió que no excluye a otros partidos. "Ojalá contemos con prácticamente la totalidad de los grupos, salvo las fuerzas de derecha", dijo.
A partir de ahí, Montero sí dejó ver que hay ciertas dificultades en estas negociaciones. Pidió a PNV y ERC que "sean razonables" y permitan que el proyecto pueda iniciar su tramitación vía enmiendas, lo que parece una alusión velada a que espera que no presenten una enmienda a la totalidad que devuelva las Cuentas al cajón. La ministra aseguró que los contactos son fluidos y que transcurren en dos vías paralelas. Por un lado, aludió a que estos grupos piden incluir inversiones y proyectos estratégicos en los fondos europeos y en el Presupuesto ordinario (no entró en detalles, pero en el caso del PNV emerge, por ejemplo, el soterramiento del Tren de Alta Velocidad en su entrada en Bilbao y Gasteiz), y aseguró que algunas de estas cuestiones se han incorporado ya de salida en el proyecto presupuestario para que no se complique el procedimiento en el periodo de enmiendas. No obstante, rechazó ofrecer los datos sobre la inversión por territorios y se remitió a que el miércoles se registrará el texto en el Congreso de los Diputados.
Por otro lado, admitió que se están negociando las transferencias pendientes que recogen sus estatutos de autonomía. En el caso vasco, se está buscando un acuerdo sobre el traspaso íntegro de la gestión del Ingreso Mínimo Vital a Lanbide, donde el ministro Escrivá ha planteado una reforma legal que el PNV espera que no sirva como pretexto para demorar un acuerdo más allá del día en que se voten las Cuentas. El traspaso de las líneas de tren está igualmente sobre la mesa. Montero no concretó las materias, y puntualizó que las negociaciones van en paralelo, pero que este punto no es estrictamente presupuestario.
LOS JÓVENES
Montero acudió a la rueda de prensa con la intención de regalar los oídos a los jóvenes, con una lluvia de millones que sonó a acto de desagravio ante lo que ella misma calificó como las visiones "distorsionadas" de este colectivo durante la pandemia, donde "ha tenido un comportamiento ejemplar". Desgranó unos anuncios que han levantado ciertas suspicacias y críticas de electoralismo. Anunció 12.550 millones para mejorar sus oportunidades, el doble que en el ejercicio anterior. Además del bono vivienda de 250 euros al mes y el bono cultura de 400, anunció 2.199 millones para becas y, dentro de estas, un novedoso programa para optar a ser juez, fiscal o abogado del Estado.
Confirmó que el Impuesto de Sociedades será como mínimo del 15% sobre la base imponible para las grandes corporaciones (esta medida la pedían sus socios en el Consejo de Ministros, Unidas Podemos, pero ella relativizó su impacto a 1.070 empresas y 400 millones de euros), y cifró en 27.633 millones los fondos europeos.
PENSIONES
Las Cuentas incorporan, por otro lado, un aumento en las pensiones no contributivas y mínimas del 3%, y el resto se actualizará en función del coste de la vida, del IPC que se registre en noviembre. El Ingreso Mínimo Vital crecerá también un 3%. Montero puso en valor que se destinarán 13.298 millones a I+D+i, y que las políticas sociales absorberán seis de cada diez euros, 240.375 millones que se elevan hasta 248.391 si se cuentan los fondos europeos.