El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, se verá el martes en Alemania con el canciller de este país, Olaf Scholz, con quien comparte el deseo de impulsar la interconexión gasística del Estado a través de los Pirineos y de la que intentará convencer al presidente galo, Emmanuel Macron, pese a sus recelos.
Sánchez, quien se encuentra en una gira latinoamericana que incluye Colombia, Ecuador y Honduras, se refirió a esa interconexión energética con Francia en la conferencia de prensa que ofreció el miércoles junto al presidente colombiano, Gustavo Petro.
Recordó que la Comisión Europea ya reconoce esa conexión como prioritaria en sus planes energéticos para el futuro y agradeció el interés de Scholz en impulsarla tal y como reclamó públicamente hace unos días.
Pero advirtió de que si Francia mantiene su rechazo, existe un plan B que también figura entre las alternativas de la Comisión: una interconexión energética del Estado con Italia.
En una conversación informal con los periodistas que cubren su gira por Latinoamérica, Sánchez explicó que no da por perdida la opción de la conexión por Francia y que, de hecho, intentará persuadir a los franceses de que es la mejor opción, la más racional.
Reconoció que Francia sí desbloqueó conexiones eléctricas pendientes, pero no la gasística, y pretende que Macron se convenza y su país no sea un cuello de botella para permitir que la Península Ibérica deje de ser una isla energética y contribuir a la respuesta que Europa debe dar al "chantaje energético" del presidente ruso, Vladímir Putin.
La posición de Scholz al respecto aseguró que la ha defendido ya en varias ocasiones el canciller alemán, pero que ahora es cuando ha tenido mayor repercusión la apelación que ha hecho a impulsar esa interconexión.
En medio de este debate, Sánchez viajará el martes a Alemania invitado por Scholz aunque no en un formato bilateral, sino en otro de carácter más amplio que fuentes del Gobierno central explican que aún está por concretarse definitivamente.
Se verán en el castillo de Meseberg, a unos 70 kilómetros de Berlín, un lugar que el Gobierno alemán tiene destinado a casa de huéspedes de destacados dirigentes internacionales y cercano al lago Huwenow.
Ese fue el escenario en 2015 de una cumbre que protagonizaron los entonces jefes de Gobierno de ambos países, Mariano Rajoy y Angela Merkel.
En su conversación con los informadores, Sánchez explicó que su presencia en Alemania responde a una iniciativa del Gobierno alemán que le propusieron antes del verano y que la invitación es un motivo de orgullo para el Estado.
Aunque la cita no se ha fijado por la situación energética de la UE, éste será un asunto que se da por seguro que se abordará en ese encuentro.
La cuestión energética recalca el presidente del Gobierno central que va a ser protagonista en Europa durante los meses de septiembre y octubre por el plan de contingencia de Bruselas y por el debate sobre la reforma del mercado de la electricidad.