¿Que Pedro Sánchez cumpliera en plena precampaña el acuerdo para inyectar dinero en el Guggenheim Urdaibai es señal de que quiere garantizarse el apoyo del PNV para la investidura?
Lo que ha hecho es lo que tenía que hacer, cumplir. Y es verdad que últimamente está cumpliendo una serie de hitos que todavía le faltaban en el ámbito presupuestario, probablemente porque quiere que el PNV esté en buena disposición. Nosotros somos responsables y tenemos buena disposición a dar estabilidad porque la necesitamos también para que la economía funcione, pero siempre que tengamos unas garantías. Tendremos que hablar. Creo que esta inversión era también un compromiso conmigo. Hay tantos mensajes y conversaciones, que en lo personal acaba creándose una responsabilidad de que las cosas que hemos hablado se lleven adelante.
Supongo que ya no habrá margen, con las Cortes disueltas, para canalizar el blindaje de las cooperativas o para reconducir el reparto de los fondos europeos…
Me da rabia que se haya acabado la legislatura en el tema de las cooperativas. El sistema de previsión social puede estar en peligro, no ahora, pero sí en cuatro o cinco años si no se hace una modificación de la legislación. Tenemos un margen de dos años para hacerlo, pero hay que hacerlo en el siguiente gobierno. Presupuestariamente, el 85% de los temas está encauzado. Y hay temas que no han querido afrontar, como la presencia directa de Euskadi en Europa o el sentimiento nacional. Al PSOE le faltó mucha valentía.
El PSOE en sus declaraciones públicas ha dicho que el PNV es un socio estratégico y no tanto Bildu…
(Interrumpe) Lo que le puedo asegurar es que, cuando había un tema del que se desmarcaban ERC y Bildu, llamaban a quien es responsable, quien tiene responsabilidades de gobierno en Euskadi. Hemos tenido buena relación, te cogen el teléfono al llamar a Moncloa y hemos tenido un diálogo importante. Nos sorprendían con legislación que se suponía que teníamos que conocer con antelación, y había que dialogar, y con unos ministros ha ido mejor que con otros. Con Calviño, mal. La línea de Galdakao del metro encajaba con los fondos europeos, y Transportes estaba de acuerdo, pero el dinero no ha venido aquí.
El PSOE lanza guiños al PNV y, en el caso de que gobierne el PP, a lo mejor no puede influir nadie, pero seguro que quien no influye es Bildu porque tienen un veto mutuo…
Eso es evidente, pero en lo que se refiere a la influencia nunca sabes. Con Zapatero, durante el tripartito catalán, nos convertimos en socios fundamentales al final de la legislatura. Con Rajoy, cuando tenía mayoría absoluta, en la Ley de Racionalización de la Administración Local, conseguimos que por primera vez en la historia se reconociera el carácter foral de los municipios.
¿Podrá el PNV garantizarse el grupo propio, cinco escaños, con esta abstención y polarización?
Estoy absolutamente convencido de que vamos a tener grupo propio, no tengo duda. Es nuestro objetivo. También ser los primeros, pero en las generales ha habido de todo.
¿Le preocupa que puedan influir cuestiones que no se dirimen en estas elecciones generales? Hace unos días protestaron ante Sabin Etxea unos mariachis convocados por la Ertzaintza, y algunos partidos subrayan los encarcelamientos del ‘caso Miñano’.
Evidentemente, no es agradable en campaña. Yo creo que lo de los mariachis no se va a reproducir. Y lo de Miñano tampoco: el partido actuó como tenía que actuar, pidiendo el carné y el cese de responsabilidades inmediato a quienes estaban imputados en ese momento, y en la sentencia quedó probado que el partido como organización no tenía nada que ver. Yo entiendo que la sociedad está tensionada y algunos servicios no funcionan como funcionaban antes, y hay cosas que mejorar. Que eso pueda tener influencia en las elecciones supongo que es inevitable, pero el mensaje que quisiera trasladar a la ciudadanía vasca es que no nos despistemos, que las elecciones son a Cortes Generales, que nos jugamos que los temas vascos estén o no presentes, y no otras cosas que habrá que afrontar en otros momentos y que ya estamos trabajando en que puedan arreglarse y en atender las quejas.
¿Cree que el PP puede perder votos por la polémica del ‘que te vote Txapote’ o la censura en la cultura, o bien cree que hay un cambio de ciclo a su favor, sobre todo tras el debate de Feijóo con Sánchez?
Si normaliza a Vox y los mete en los gobiernos, esa vergüenza ya la ha pasado. Vivimos en Euskadi, otro país con una mentalidad diferente, y lo que nos parece imposible es normal en Cáceres. Este tipo de cosas no le van a pasar factura, dependerá de otros factores.