El PSOE exigirá a José Luis Ábalos que mantenga la disciplina de voto en el Congreso a pesar de pasarse al Grupo Mixto, lo que le ha acarreado una suspensión cautelar del partido. Pese a todo, la dirección de Ferraz sostiene que el exministro debe votar en el mismo sentido que sus excompañeros de bancada y además tiene que seguir abonando las cuotas del partido hasta que la decisión sobre su expulsión sea definitiva. La cuestión no es baladí ya que la mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez es ahora aún más exigua. El Gobierno de coalición nació con 153 diputados, a 23 de la mayoría absoluta, los que tenían el PSOE y Sumar tras las elecciones, siendo conscientes de que tendrían que sudar la camiseta en cada votación. Pero la cosa se fue complicando después de que Podemos se bajara del barco de Yolanda Díaz, rebajando esa cifra a 149 y, ahora, con la marcha de Ábalos al gallinero se reduce a 148.
Fuentes parlamentarias esperan no tener que negociar con Ábalos para que vote en la misma línea que sus excompañeros. Pero en todo caso indican que esa no es una preocupación ahora, y que la prioridad pasaba por atajar el asunto cuanto antes. En caso de votar en sentido distinto, el exministro se enfrentaría a un multa económica y podría tener consecuencias en la resolución de su expediente, en caso de que decida recurrir su expulsión. El último precedente es el de la exdiputada y recién nombrada presidenta del Consejo de Estado, Carmen Calvo, que tuvo que pagar 600 euros, la máxima que prevé el reglamento interno, por romper la disciplina de voto y abstenerse ante la Ley Trans el 22 de diciembre de 2022.