El presidente del Gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha abierto la puerta a la dimisión del presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, por el beso en la boca a la jugadora de la selección española de fútbol, Jenni Hermoso, al considerar que las disculpas dadas son "insuficientes" y que el dirigente "tiene que continuar dando pasos".
Rubiales y Sánchez han protagonizado este martes un frío e incómodo encuentro durante la recepción que el presidente del Gobierno español en funciones ha ofrecido en La Moncloa a las jugadoras de la selección española tras ganar el Mundial de fútbol.
"Lo que vimos fue un gesto inaceptable. Creo que las disculpas que ha dado no son suficientes, hasta incluso creo que no son adecuadas y que por tanto tiene que continuar dando pasos para aclarar lo que vimos todos", ha afirmado Sánchez en rueda de prensa en Moncloa tras la ronda de consultas con el Rey para la investidura.
A juicio de Sánchez, el comportamiento de Rubiales manifiesta "algo que en nuestro país queda mucho por recorrer". En este sentido, ha señalado que Rubiales "debería aclarar un comportamiento que es, a todas luces, inaceptable y que no conecta con el sentir mayoritario de la ciudadanía". "Su petición de disculpas es insuficientes. Debe ser más claro y contundente", ha añadido al ser preguntado de nuevo por esta cuestión en rueda de prensa.
No obstante, ha apuntado que el puesto de Rubiales no depende del Gobierno. "La Federación no pertenece a la estructura ni al organigrama del Gobierno", ha detallado al respecto, al tiempo que ha añadido que el presidente de la RFEF es "elegido y destituido por sus asociados".
Por otro lado, Sánchez ha pedido a la ciudadanía quedarse "con la parte buena" del Mundial y ha elogiado a las jugadoras que, como ha destacado, "lo han hecho todo para ganar". "El fútbol femenino tiene una fuerza, vigor y un mayor respaldo y reconocimiento que desde el Gobierno de España vamos a continuar desarrollando", ha zanjado.