"Vamos sin pausa a cumplir con el mandato de la ciudadanía. Tenemos la investidura cada vez más cerca". Pedro Sánchez parece manejar los tiempos y contar con su reelección tras su acuerdo con Sumar y los presuntos avances con el independentismo que deslizan desde Ferraz. El líder del PSOE, hoy miércoles presente en la cumbre social tripartita de Bruselas, en la que ha coincidido con Yolanda Díaz, solo contempla un escenario: "Que no haya un gobierno de Feijóo con Abascal, y eso afortunadamente ha sido evitado; que no haya repetición electoral; y, lo más importante, que se sigan poniendo en marcha políticas de convivencia, de estabilidad y de progreso en nuestro país”. Una alianza que a su juicio representa a la mayoría social con independencia de a quién hayan votado cada uno y dónde viva. Lo que también tiene claro es que no tendrá alfombra roja por parte de la oposición, una derecha que, a su parecer, multiplicará el ruido en su contra si es preciso. De hecho, ha ironizado sobre los mensaje apocalípticos de dirigentes del PP como Isabel Díaz Ayuso, en cuanto a que, si hay otros cuatro años de gobierno progresista, “ya no va a haber españoles en nuestro país”. “Este tremendismo, este grado de insultos y de descalificación, no sé si lo van a poder tolerar y aguantar durante los próximos cuatro años”, ha replicado ante la presumible ofensiva.
Sánchez ha esquivado la negociación de la amnistía con las fuerzas soberanistas y ha reiterado que "nada está acordado hasta que todo está acordado" y que "el método es el diálogo y el marco es la Constitución". Una garantía que ha asegurado que deben tener todos los ciudadanos del Estado. Cuando se le ha planteado si la Carta Magna admite que Catalunya sea reconocida como una nación, el socialista se ha remitido de nuevo a las explicaciones que se darán cuando se llegue a un acuerdo. Es lo que "por supuesto" hará también en relación con la amnistía. "Nosotros vamos a explicar todas y cada una de las políticas. Lo hemos hecho siempre y he demostrado estos últimos años que doy la cara, que no me escondo, que me arremango y que hago frente a los problemas heredados, no provocados por esta administración", ha zanjado.
Mientras, en Moncloa cunde el optimismo y el PSOE anhela cerrar en pocos días el acuerdo con el independentismo. La ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general de los socialistas, María Jesús Montero, ha seguido la pauta marcada por Sánchez –"no hay acordado nada hasta que no estén acordados todos los puntos"– pero cree que se avanza por buena senda y, sin mencionarla, ha aludido a la amnistía como una buena herramienta para "favorecer un acuerdo global para seguir avanzando en el mejor encaje de Catalunya en España" y "superar el trauma" de "la ruptura de la convivencia" de 2017. Montero ha recalcado en la Cadena Ser que Sánchez "nunca se ha escondido" ni piensa hacerlo, "como sí hizo Mariano Rajoy", al afrontar el problema catalán, uno de los retos que se marcó como presidente, garantizando transparencia. "Esto significa que todo adquiere coherencia cuando se juntan todas las piezas del puzle y que no se pueden ir retransmitiendo una por una porque ninguna está segura hasta que el conjunto no está bien fijado", ha justificado en relación a esta discreción.
Díaz: Podemos sí conocía el acuerdo
Por su parte, el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, ha defendido no "apurar los plazos" de la investidura y ve avances en las negociaciones. "El mensaje principal que queríamos lanzar es que la ciudadanía sepa que si este gobierno sale investido tendrá una agenda social fuerte", ha explicado en Catalunya Ràdio, tratando de eludir los roces con Podemos dentro de su conglomerado. En paralelo, Díaz ha puntualizado que la formación morada conocía los detalles del acuerdo entre el PSOE y Sumar: "No solo forman parte de las decisiones, sino que conocen el alcance del mismo desde el minuto uno".