Los traslados a las cárceles de la CAV de 13 presos de ETA anunciados el pasado miércoles –entre ellos, históricos de la organización como Henri Parot o Javier García Gaztelu, Txapote– han agitado las aguas de la política estatal, ya que el PP y el PSOE no han dudado en incorporar este asunto a su argumentario diario para atizarse entre ellos.
En Génova ya han venido utilizando a lo largo de la legislatura el terrorismo como arma arrojadiza contra Moncloa, mientras que en las filas socialistas replican que gobiernos populares no dudaron en acercar a presos a reclusos mientras ETA aún estaba en activo. En esa línea, ayer Pedro Sánchez acusó al PP de hacer un “uso espurio” de la violencia, mientras que Feijóo aseguró que los traslados a la CAV y Nafarroa son el precio a pagar de Moncloa por el respaldo de EH Bildu en el Congreso.
Ayer, el presidente español recordó a Feijóo que, “mientras la banda terrorista mataba y tenía secuestradas a personas”, José María Aznar ordenó decenas de acercamientos de reclusos a Euskadi.
En una entrevista en la SER, el líder socialista concluyó que el PP hace una “utilización espuria y sin ningún tipo de vergüenza” de la política antiterrorista, “incluso 11 años después de la desaparición de ETA y de la paz en Euskadi y en España”.
Algo que, según asegura, “no ha hecho nunca el Partido Socialista” sino que, “al contrario”, cuando ha estado en la oposición lo que ha hecho ha sido “forjar grandes acuerdos en torno a la lucha antiterrorista, primero del terrorismo en Euskadi y en segundo lugar del terrorismo yihadista”.
Sánchez recordó también que con la transferencia de Prisiones a Euskadi y con los acercamientos “no se están recortando las condenas, que van a cumplir íntegramente” todos estos presos. “Son acercamientos individuales que cumplen con la legislación penitenciaria, que están bajo el escrutinio y el control del poder judicial”, añadió.
A su juicio, esto es “un ejemplo más de cómo el PP utiliza cualquier cosa, hasta incluso un éxito colectivo de la democracia española como es la paz y el fin de la violencia, para horadar, socavar y hacer daño a un Gobierno”.
Mientras tanto, los populares siguen acusando al Ejecutivo de coalición de beneficiar a los reclusos del EPPK a cambio del respaldo de EH Bildu en Madrid. Así, el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, tachó de “decisión lamentable” el último acercamiento de presos de ETA y lo vinculó con el apoyo de la coalición abertzale a los decretos del Gobierno. “Con Pedro Sánchez, Bildu vive mejor que nunca pero no todo vale para seguir siendo presidente”, afirmó.
En declaraciones en Zaragoza tras participar en un acto con motivo del inicio del curso escolar, Feijóo declaró que “a cualquier persona normal le habrá sentado mal el desayuno al leer que el Gobierno va a acercar a cárceles del País Vasco a otros trece presos de ETA que no han mostrado signo alguno de arrepentimiento”.
En ese sentido, recordó que García Gaztelu fue condenado por el asesinato de Miguel Ángel Blanco, del que se han cumplido 25 años: “Murió porque el Gobierno del PP no aceptó el chantaje de acercar presos de ETA con delitos de sangre sin que previamente se hubiesen arrepentido, y ahora su asesino está en el País Vasco”. Y de Henri Parot, recordó que fue el responsable del atentado contra la casa cuartel de Zaragoza en el que murieron 11 personas.
A su juicio, se trata de “una decisión lamentable del presidente Sánchez”, que cree que lleva “cuatro años aceptando ese chantaje de Bildu” a cambio de seguir en La Moncloa. “Los políticos no podemos hacer cualquier cosa con tal de mantenerse en el poder. Comprendo que Bildu vive mejor que nunca con Sánchez, porque con nosotros tiene que volver a aceptar que, sin pedir perdón y sin colaborar con la justicia en el esclarecimiento de los asesinatos pendientes, no es posible esta política penitenciaria”, argumentó el líder popular.
Covite no lo ve mal
En contraste con el discurso de brocha gorda de Feijóo, en Covite no ven con malos ojos los acercamientos de reclusos a la CAV y Nafarroa. A este respecto, su presidenta, Consuelo Ordóñez, dijo ayer que “está muy tranquila” por el traslado de García Gaztelu, uno de los asesinos de su hermano Gregorio, y aseguró que “lo importante no es dónde cumplen las penas” los presos, sino “que las cumplan”.
La hermana de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, prefiere poner el foco en la “indecencia” que supone que más de la mitad de las víctimas “no han tenido justicia” al no identificarse a quienes cometieron los crímenes, lo que a su juicio constituye el verdadero problema.
“Nunca he criticado los acercamientos, no lo hice con Zapatero, no lo hice con Rajoy, no lo voy a hacer ahora con este Gobierno”, asegura Ordóñez, que recuerda que tampoco ha criticado las políticas penitenciarias “de los diferentes gobiernos”.