Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se verán mañana viernes en el Congreso (10.30 horas) tras lanzarse ayer reproches y duras acusaciones que auguran que en ese encuentro serán incapaces de llegar a acuerdo alguno. “Para usted la perra gorda”, soltó el líder del PSOE, dejando claro que es inédito que una cumbre de este tipo no se lleve a cabo en el Palacio de La Moncloa. Así lo trasladó el presidente del Gobierno en su turno de réplica durante su comparecencia en la Cámara baja para dar explicaciones sobre los resultados de la presidencia española del Consejo de la UE y los últimos consejos europeos. “Para usted la perra gorda, nos vemos el viernes en el Congreso de los Diputados y hablaremos de lo que usted quiera”, verbalizó en un escenario donde cree que el líder del PP prefiere “jugar al escondite”.
Respecto a los temas que Sánchez quiere debatir en la cita, en primer lugar la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el dirigente socialista destacó que es importante llevarla a cabo para cumplir la Constitución y porque el bloqueo, que ya acumula cinco años, afecta al funcionamiento de la Justicia. “La Justicia necesita estar bien dotada, contar con un gobierno de los jueces absolutamente legitimado. Lo que no tiene ningún sentido es que todavía el CGPJ sea el que refleja la mayoría absoluta del PP cuando gobernaba Mariano Rajoy”, argumentó. “Pongámonos en el caso en 2027, señor Feijóo, de que usted con Abascal conforma un Gobierno. ¿Usted va a pedir al Partido Socialista que haga lo que usted no ha hecho en diez años?”, censuró Sánchez, que piensa que no es serio y dice poco de la actitud democrática de su partido y de su liderazgo en Génova al frente del mismo.
Respecto a la modificación del artículo 49 para eliminar el término disminuido del texto constitucional, el líder del PSOE considera que deben erradicar ese lenguaje discriminatorio y denigrante que a su juicio no está a la altura de la democracia. Finalmente, respecto al nuevo modelo de financiación autonómica, añadió en tono sarcástico que “no es un asunto del malvado Sánchez” y que Feijóo debería escuchar a las autonomías porque dentro de poco se cumplirán diez años de la última revisión de este sistema. “Le reitero, señor Feijóo, diálogo, diálogo, diálogo, diálogo cuando quiera, como quiera y donde quiera”, dijo el socialista, volviéndole a solicitar entendimiento y dejar a un lado los “insultos”. Por otro lado, Sánchez acusó al PP de no tener propuesta para Catalunya más allá de oponerse a la Ley de Amnistía pactada entre el PSOE y los partidos independentistas para beneficiar a los implicados en el procés y cree que solo utilizan esta comunidad como “agravio territorial” para “rascar” algunos votos en otros feudos.
Por su parte, Feijóo reiteró sus críticas a la ley de amnistía, a la relación de Sánchez con Carles Puigdemont, al acuerdo con Bildu para presentar una moción de censura en el Ayuntamiento de Iruñea y a la iniciativa debatida la víspera en el Congreso para “legalizar las injurias a la Corona”. “Es imposible tener menos respeto por la verdad, por los principios y por la palabra”, resaltó. Pero el jefe del Ejecutivo español cree que el presidente del PP está en una “competición absurda” con el líder de Vox, Santiago Abascal, “para ver quién la dice más gorda” con insultos groseros “sean frutales o no”, en referencia a la frase de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, dirigida al jefe del Gobierno y que Sánchez calificó de “chiquillada”. “Lo único que le pido es que deje de lado el insulto y se comporte con algo de urbanidad y educación”, repitió al líder popular.
“Blanquear” los pactos
“La perra gorda para usted, es la que le da Bildu”, replicó Feijóo, quien cargó contra Sánchez por dedicarse a “rendir cuentas en Ginebra ante un prófugo con un mediador especializado en bandas armadas”. “Usted no tiene ningún derecho a criminalizar a la gente que se expresa libremente en la calle. Y usted no puede usar toda su propaganda para blanquear los pactos, aunque pretenda tener una oposición tan dócil como la que tiene”, le espetó. Además, le echó en cara que dedicara “más de una hora” de su intervención a hablar del presidente del PP cuando venía a hablar de la Presidencia de la UE. “La verdad es que parece que tiene usted una obsesión. Pero, en fin, mientras la obsesión sea conmigo, la verdad es que no me preocupa mucho”, cerró.
En definitiva, tras días en los que Feijóo justificaba no agendar la reunión con Sánchez por no conocer los contenidos de la misma, Sánchez acabó accediendo a verse con él, en aras del diálogo. Pero las acusaciones mutuas vertidas hacen bastante improbable que se den pasos hacia alguna parte. La fecha elegida, el 22 de diciembre, coincidiendo para colmo con la Lotería Nacional, robará publicidad a un encuentro que suscitó el reproche de Vox al PP, una crítica que por otra parte los populares daban por descontada. Precisamente a la ultraderecha también se dirigió Sánchez, acusándola de utilizar “el dolor de las víctimas del terrorismo para tratar de erosionar y criticar” al Ejecutivo de coalición, al tiempo que recordó a la portavoz de Vox en el Congreso, Pepa Millán, que el PSOE también sufrió “el horror” de ETA y que la banda terrorista ya no existe.