La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), dependiente del Ministerio de Sanidad, ha insistido en los "riesgos potencialmente mortales" que tiene la administración conjunta de brivudina y antineoplásicos con 5-fluoropirimidinas.
La brivudina es un análogo de nucleósidos inhibidor de la replicación del virus varicela-zoster, indicado en el tratamiento precoz del herpes zoster agudo en adultos inmunocompetentes. Actualmente en el Estado español están autorizados dos medicamentos que contienen este principio activo: nervinex y brivudina aristo.
Brivudina, a través de su principal metabolito bromovinil uracilo, ejerce una inhibición irreversible de la dihidropirimidina deshidrogenasa, una enzima que regula el metabolismo tanto de los nucleósidos naturales (por ejemplo, timidina) como de medicamentos tipo pirimidina (fluoropirimidinas) tales como capecitabina o 5-fluorouracilo (5-FU).
Como consecuencia de la inhibición enzimática, se produce una sobreexposición y un aumento de la toxicidad de las fluoropirimidinas potencialmente mortal. Por tanto, la administración concomitante de brivudina y fluoropirimidinas está contraindicada y estas no pueden administrarse durante el tratamiento con brivudina, ni en las cuatro semanas posteriores a la finalización del mismo.
Sin embargo, y a pesar de que Sanidad ya ha alertado sobre los riesgos, el Sistema Español de Farmacovigilancia de Medicamentos de Uso Humano (SEFV-H) sigue recibiendo notificaciones de casos debidos a la administración conjunta de brivudina y antineoplásicos que contienen 5-fluoropirimidinas. En concreto, desde 2017 se han notificado seis nuevos casos de esta interacción, todos graves y cuatro de ellos con desenlace mortal.
De hecho, la AEMPS ha recordado que la interacción entre brivudina y 5-fluoropirimidinas aparece ampliamente descrita en la ficha técnica y el prospecto de los medicamentos que contienen dicho principio activo, además de incluirse una advertencia en el envase del medicamento.