El barrio de Areta en Llodio lleva ya disfrutadas cuatro de las seis jornadas de las fiestas de Santa Ana, pero a las 10.00 horas de hoy martes, celebrará el acto de mayor tradición: la visita de las autoridades a la piedra de forma trapezoidal que marca el límite territorial entre este municipio alavés y Arrankuadiaga, en Bizkaia, cuyas autoridades también acudirán a pie de mojón para ver si está en su sitio y todo en orden.
La revisión de esta muga tiene sus orígenes en los duros enfrentamientos que protagonizaron los habitantes de las dos poblaciones para obtener la propiedad de este terreno, emplazado en las campas de Santa Ana del barrio de Areta. El final del conflicto llegó en 1751, cuando la Real Chancillería de Valladolid fijó y ordenó el amojonamiento que hoy en día se mantiene en una histórica piedra con tres inscripciones: por un lado Llodio, por otro Arrankudiaga y en el frente Santa Ana.
Con todo, no fue hasta la recuperación de la festividad de Santa Ana en 1965 cuando se instauró la costumbre de celebrar una romería y visitar las campas donde antaño se erigía una ermita. Un marco festivo en el que los representantes municipales de ambos municipios comenzaron a clavar juntos sus lanzas (la de Llodio grabada con esmaltes de lobos, y el de Arrankudiaga un lujoso estandarte rojo bordado de leones y escudos), dejando atrás la rivalidad y un pasado tortuoso.
Desde entonces, y de forma pacífica, los regidores locales revisan la correcta ubicación del mojón cada 26 de julio, festividad de Santa Ana, al que acuden en sendos paseos animados de trikitixas y cohetes. Una vez situados frente al mojón clavan en el suelo las citadas lanzas y depositan sobre la piedra caliza sus correspondientes varas de mando, y proceden a dar cuenta de un hamaiketako a base de pintxos y txakoli, que aprovechan para relacionarse y tratar asuntos y temas que les preocupan, como lo que son: municipios hermanos de una comarca, la de Aiaraldea, a caballo entre Álava y Bizkaia, donde lo que digan los mapas importa más bien poco.
El acto suele cerrarse con un cariñoso abrazo entre representantes, como gesto de la fraternidad actual entre ambos pueblos, y al mediodía, quien así lo desea, acude al barrio de Areta a la misa en honor a la patrona. A la salida habrá pasacalles con Izalde, y una comida popular, en la que se homenajeará a las personas mayores de 80 años del barrio, y habrá bailables. El programa también contempla, a partir de las 17.00, la final del torneo de pelota mano Memorial Rafa Olabarria, talleres y juegos infantiles con Kirikiño, pasacalles con la Banda San Roque y salida de los cabezudos del barrio, así como una verbena frente al centro social.
Las fiestas de Santa Ana de Areta llegarán a su fin mañana, entre las 17.30 y las 21.00 horas, con talleres y juegos infantiles con Pinpili, cabezudos, chocolatada y bailables. No obstante, el relevo lo tomará el barrio de Ugarte que, del 29 de julio al 1 de agosto, celebrará sus fiestas de San Ignacio con más de una veintena de actos.