El catedrático emérito de la Universidad Ramon Llull, profesor de Estructura Económica en la IQS School of Management ha publicado el libro "Futuro, ¿qué futuro? Claves oara sobrevivir más allá de la pandemia" en el que analiza la situación económica actual con esta elevada inflación que afirma, viene de lejos y que se ha visto agravada por la invasión en Ucrania.
Santiago Niño-Becerra considera que el conflicto en Ucrania es "la constatación del cambio de orden internacional" con ganadores y perdedores. "Rusia ha recuperado potencia y China está a las puertas de convertirse en la primera potencia mundial", subraua con Estados Unidos que a su juicio, se ha estancado. "Este conflicto no es más que una constatación del cambio de orden internacional en la que claramente la perdedora va a ser Europa", sentencia.
"China, a las puertas de ser la primera potencia mundial"
Habla de un nuevo modelo con tendencia al oligopolio y una caída en la importancia de los estados debido en parte al aumento de la influencia de las grandes corporaciones. La pregunta que nos debemos hacer, afirma Niño-Becerra es "¿quién manda, quién tiene el poder?"
La respuesta. en su opinión, es bastante clara. Y es que en el caso de China, el estado está implicado en las grandes corporaciones y esto hace que tenga los números para convertirse en una "potencia imparable". "China está en el sillón fumando un cohiba viendo lo que pasa a su alrededor, con una posición neutral pero con un ojo en Taiwan y sabiendo que de la misma manera que Occidente ha cerrado la puerta a Rusia, esta va a ser su aliado", explica. Considera que esa tecnología que Rusia tiene sobre todo en lo militar, "va a reforzar a China". "EEUU salvará los muebles, Europa perderá peso y será una seguidora de EEUU sin protagonismo alguno", concluye.
¿Por qué Europa es la gran perdedora?
Santiago Niño-Becerra explica que hay en EEUU nadie cuestiona al gobierno federal pero en Europa es diferente. "Tenemos un mosaico de países donde hay zonas muy distintas", explica el catedrático emérito y pone un ejemplo cercano. "Ustedes en Euskadi al lado de Vitoria tienen un polígono especializado en robotica que está a la cabeza en tecnología, en el siglo XXII pero hay zonas de España en el siglo XIX", subraya.
De ahí que considere que nos encaminamos hacia una geometría variable en el que, por un lado, tengamos grandes corporaciones con una gran concentración de capital y por otro lado, vaticina un aumento de la desigualdad con "menos clase media y zonas que se quedarán convertidas en suministradores de materias primas y poco más".
Mayor peso de los municipios
Eniende el experto en economía que el poder ya no reside en una persona en la que unos votantes ponen el voto sino en el poder económico. Como reducto de ese poder político, opina, está la figura de los municipios que "va a ir a más". La razón es que los dirigentes municipales sí conocen los problemas de cada localidad y son capaces de administrar "mejor" los recursos.
En este sentido cree que estamos "desandando el camino" y asegura que el capitalismo "se va a acabar". "Se va a producir una relocalización de la producción pero tendrá importancia nula sobre el empleo", advierte porque todo ha sido robotizado. "En Euskadi ha pasado. Están con sistemas robotizados producciones antes hechas en China", señala.
"Vamos es a una concentración del capital, de la producción, productividad. Con el capitalismo, el individuo es el que consigue, el que genera y produce. El más listo es el que se impone. Hacia donde vamos no es esto. Ese concepto de individuo ha evolucionado hacia el grupo", asegura.
¿Cómo se repartirá la riqueza?
Este nuevo orden económico, desgraciadamente y según Santiago Niño-Becerra, no va a ser más justo. "Creo que no habrá más ricos pero los ricos que haya serán escandalosamente ricos. La clase media se está diluyendo desde los 80. Está dejando de ser necesaria", subraya. La razón es que esos trabajadores que componen la clase media baja cada vez van siendo menos necesarios, remarca, debido a que su mano de obra ha sido sustituida por la tecnología.
"Tendremos megaricos, clase media más adelgazada, la alta sí pervivirá y una parte de la población trabajando a tiempo parcial en lo que puede y con una renta básica", augura. Sin embargo, los precios no estarán tan altos y de ahí, explica, que esta parte de la población pueda adquirir los bienes esenciales.
Tenemos inflación para rato
Precisamente y en cuanto la inflación, asegura, que no ha surgido de repente. "El ministerio de Economía no puede hacer absolutamente nada para frenar la inflación", matiza. El motivo de que esté disparada es que no hay suficiente oferta. "Se ha ido cociendo a fuego lento", explica con la inyección de liquidez a los bancos, la pandemia y la paralización de la producción y por último, con la invasión en Ucrania que ha disparado el precio de la energía.
"Esta inflación se tiene que solucionar con la normalización de la oferta. Cuando la oferta y la demanda se encuentren, bajará", señala pero advierte, "tenemos meses de inflación alta".