LA ley es taxativa y tajante en su expresión. “Las mujeres y los hombres son iguales en dignidad humana, e iguales en derechos y deberes. Esta Ley tiene por objeto hacer efectivo el derecho de igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres, en particular mediante la eliminación de la discriminación de la mujer, sea cual fuere su circunstancia o condición, en cualesquiera de los ámbitos de la vida y, singularmente, en las esferas política, civil, laboral, económica, social y cultural para (...) alcanzar una sociedad más democrática, más justa y más solidaria”. Otro cantar es su aplicación al pie de la letra. Sigue habiendo distancia, diferencia, desigualdad. Sueño que aún no se ha hecho realidad.
Contaban quienes fueron testigos de aquellos tiempos, que aquel, el de las sirgueras, era un duro trabajo de carga y arrastre, propio de bueyes o de hombres rudos. Durante las guerras carlistas, de finales del siglo XIX, los hombres estaban en combate y su ausencia se hacía notar. La contratación de bueyes era más cara que la de las mujeres. Muchas de ellas trabajaban por el alimento del día, razón por la cual añadían a su duro trabajo el estigma social de ser llamadas ganapanes, tirando de las gabarras desde la orilla. Esa era la fatigosa labor de las sirgueras.
En su recuerdo la Diputación Foral de Bizkaia mantiene los premios Zirgari, cuya entrega ayer alcanzó su octava edición, con la presentación de la actriz Leire López del Pueyo y las ilustraciones musicales del grupo Earth songs Project y del coro Koralai. Hubo además un recuerdo a la activista afgana Fawzia Koofi, a quien se le concedió un Zirgari de honor a comienzos de año, en enero. Y pronto se concedieron las distinciones del presente año.
Con el premio honorífico se reconoció este año la labor de la periodista Sara Estévez, que comenzó a trabajar en 1952 en Radio Juventud, convirtiéndose en la primera cronista de fútbol, además de ser la primera mujer en dirigir un programa radiofónico. Entre 1954 y 1990 fue una referencia por sus crónicas deportivas, pero hasta 1973 nadie supo que detrás del seudónimo Maratón estaba una mujer. A Sara le llamaban Sarita; a ella, que fue y es una giganta. Ayer le acompañaban Fernando Fresno, Mari Carmen y Loli Urquijo. Como entidades, recogieron su distinción AMUGE, con Tamara Calvería a la cabeza, la primera asociación de mujeres gitanas de Bizkaia, creada en 2003 gracias a la iniciativa de un grupo de mujeres que también querían plantear reivindicaciones feministas, y Lanbroa, una de las asociaciones pioneras del feminismo en Bizkaia (años setenta aprox...), llegando a convertirse en referencia indiscutible en el movimiento feminista en nuestro Territorio Histórico. Begoña Ferro y Maite Canal recogieron la distinción. En la categoría de proyecto, fue elegida la idea ESAS, por impulsar los encuentros culturales con protagonismo femenino. Natalia Sánchez, Nekane Díaz y Ane Legarreta son las fundadoras y el motor de ESAS.
Testigos de toda la ceremonia fueron el diputado general de Bizkaia, Unai Rementería; la diputada de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Teresa Laespada; la directora de la Obra Social BBK, Nora Sarasola, Amaia Antxustegi, Elixabete Etxanobe, Lorea Bilbao, Ainara Basurko, Sergio Murillo, José Maria Iruarrizaga; la presidenta de Juntas Generales, Ana Otadui; Nekane Alonso, Yolanda Díez,, Nora Abete, Ana Viñals, Carmen Muñoz, Begoña Gil, Eneritz de Madariaga, Begoña Murgialdai, Ana Berta Campos, Gloria Múgica, Patricia Campello, Begoña Ortuondo, Begoña Atxalandabaso; la viceconsejera Elena Pérez Barredo; el subdelegado del gobierno, Vicente Reyes, Ixone Zubieta, Mikel Torres, Ángela Egia y así hasta rozar los 300 asistenten en una ceremonia donde se alzó la voz de la reivindicación. Lo que corresponde.