La presidenta de la Asociación Errespetuz asegura que la LGTBIfobia está aumentando, ya que hace hincapié que es la consecuencia del machismo.
¿En qué situación se encuentra la LGTBIfobia? Las estadísticas aumentan...
—Hemos vuelto hacia atrás en cuanto a mentalidad. En las aulas me encuentro con comentarios de un nivel de machismo enorme, cuando yo estudiaba no me los hubiera encontrado. En todo lo que tenga que ver con machismo hemos ido hacia atrás. Hacen comentarios como: si veo a mi novia hablando con una chica en una discoteca le pego una paliza a él, y otra a ella. Todo lo que tiene que ver con LGTBIfobia viene del machismo, y ha aumentado. Además, hay personajes públicos que dicen barbaridades sobre el colectivo LGTBI+ y no pasa nada, lo pueden decir alegremente y no tiene ningún tipo de repercusión. Así creas un caldo de cultivo. Las agresiones han aumentado en número y en crudeza.
¿En qué sentido?
—En Euskadi por ejemplo, hace diez años no hubiese imaginado que a un chaval le peguen una paliza por ser gay. Yo soy de Basauri, soy una mujer transexual y nunca he tenido ningún problema, pensaba que aquí no pasaban esas cosas. De repente un día me encuentro con un a un chico le han pegado una paliza por ser gay entre 8. Me quedé flipada. De ahí aquí van unas cuantas. Y a nivel estatal lo del chico de Galicia es para flipar, que le maten por ser gay en España...El número de agresiones ha aumentado, la virulencia de las mismas ha aumentado y seguimos sin tener una ley que nos proteja y castigue ese tipo de actitudes; hace falta. A dia de hoy en la CAV las terapias de conversión son posibles legalmente hablando. Si alguien se pusiera a hacer lo de los electroshocks no hay una ley que lo impida.
Mas allá de las denunciadas, existen más agresiones en el día a día.
—Lo gordo es la punta del iceberg, si la punta del iceberg ha crecido ha crecido el iceberg entero. Lo que está en la base es desde que te miren mal hasta micro-discriminaciones: A mí no me importa que seas gays pero delante mío no os deis besos. Ha aumentado, pero no se denuncia, solo lo extremadamente grave. A nivel emocional te afecta, y no sales a la calle con la misma libertad.
Un estudio de la UGT asegura que el 90% de las personas del colectivo LGTBI ven un problema serlo en el ámbito laboral.
—El ámbito laboral sobre todo para las personas transexuales es muy complicado. Hemos manejado tasas de desempleo superiores a cualquier otro colectivo social. Por encima de migrantes, pueblo gitano, expresidiarios€ pero está cambiando.
¿Porque la sociedad avanza?
—No, es porque las personas hacen su transición mas jóvenes, y se les nota menos. No es que la sociedad haya mejorado su visión respecto a nuestro colectivo, sino que lo notan menos. No es lo mismo que vaya yo a una entrevista de trabajo que hice la transición tarde, y tengo mi voz de cuervo. Si estoy callada hay gente que no me lo nota pero si abro la boca me miran raro. Y además se suma que el tema del cambio de documentación: desde que empiezas los tratamientos hormonales hasta que cambias el DNI tienen que pasar dos años. Si lo haces tarde te van a coincidir en el mundo laboral. En esos dos años tienes una imagen pero en tu DNI pone otra cosa. Eso te excluye en cualquier entrevista de trabajo. Ahora les coincide en el mundo escolar, y les hacen bullying. Pero no es lo mismo.
¿En qué sentido?
—No es lo mismo que te hagan bullying en el cole, que es una mierda, o que te lo hagan en el trabajo y no encuentres trabajo. Son dos películas chungas, pero en una te quitan las alubias y en otra sigues comiendo donde amatxu. El mundo laboral ha mejorado pero nos estamos volviendo invisibles.
¿El colectivo sigue estigmatizado?
—Venimos de años en los que de transexualidad lo que se ha hablado era lo que decía la Veneno, prostitución, o lo que te decía un psiquiatra, que te decía que estábamos mal de la cabeza. El ideario colectivo es muy erróneo, no se corresponden con la realidad. En la charlas cuando te ven aparecer te dicen; hala, ¡si eres normal! Y piensas, ¿qué esperabas encontrar, un besugo que habla? Hace unos años tuvimos una atención a unos aitas de una joven de 16 años, que dijo que era una chica, y los padres estaban súper perdidos. Quedamos con ellos y cuando acabamos el padre nos dijo: quiero daros las gracias porque he venido pensando voy tener una hija prostituta, y me voy pensando voy a tener una hija que va a ser lo que ella quiera ser. Hay desconocimiento, y la educación es importantísima .