Una manifestación en Bilbao, organizada por Sare, reivindicará el próximo 7 de enero que se "destierre la excepcionalidad" en la política penitenciaria que se aplica a los presos de ETA, en un momento en que se está "a las puertas de poner fin" a la política de alejamiento pero en el que aún hay "grupos de presión muy interesados en hacer perpetuar la confrontación y el sufrimiento", entre ellos "posiblemente el más activo, la Audiencia Nacional".
Representantes de Sare, junto a miembros de Bake Bidea y Artesanos de la Paz, han presentado este martes en Bilbao la movilización, que partirá a las cinco de la tarde de la calle Autonomía y concluirá junto al Ayuntamiento con el lema 'Etxera bidea gertu' para expresar "un clamor en favor de la paz, convivencia y resolución", han explicado sus portavoces, Bego Atxa y Joseba Azkarraga.
Durante esa mañana, además, se realizará un encuentro en el Palacio Euskalduna al que se invitará a partidos políticos, sindicatos y organizaciones sociales para reflexionar sobre cómo "avanzar hacia la plena convivencia".
Los convocantes esperan volver a "llenar las calles de Bilbao" para reivindicar "el camino que falta" para alcanzar sus objetivos, en esta ocasión, con una única marcha y tras dos años "sin poder reunir a miles de personas" en la habitual movilización del mes de enero por los derechos de los presos. "Son muchos los objetivos pendientes y su solución depende del empuje de las mayorías políticas y sindicales vascas, pero también y fundamentalmente de la movilización social", han advertido.
Azkarraga y Atxa han valorado que, desde la puesta en marcha de Sare hace más de siete años, se ha conseguido "avanzar" pese a que los "retos" eran "difíciles" y los "obstáculos importantes" por parte de quienes se "empeñan" en mantener que "nada ha cambiado" o en decir que "ETA continúa existiendo".
De este modo, el exconsejero vasco de Justicia ha aludido al "paso positivo" conocido este pasado lunes, según ha indicado, con el traslado a cárceles de Euskadi y Navarra de siete reclusos. "Creo que hoy estamos, y ojalá no nos equivoquemos, a las puertas de poner fin a una de las vulneraciones de derechos que durante décadas se ha practicado, como es la política de alejamiento", ha destacado, aunque ha precisado que "aún quedan 19 presos fuera de Euskal Herria".
Por lo que respecta a la situación en Francia, ha opinado que, "al producirse la libertad condicional de presos como Parot o Esnal, que llevaban ya 32 años de privación de libertad, se ha creado en Iparralde la perspectiva de una nueva etapa".
En todo caso, ha apelado a seguir "trabajando hasta el proceso de vuelta a casa de todos los presos se produzca" tanto en el Estado español como en el francés. En este marco, ha afirmado que se pondrán "todos los esfuerzos" para conseguir la aplicación de "una política penitenciaria de carácter ordinario que destierre para siempre la excepcionalidad" que se da hasta el momento.
LA AUDIENCIA NACIONAL
Azkarraga ha precisado que tanto en el Estado español como en el francés continúa habiendo "grupos de presión, muy interesados en hacer perpetuar la confrontación y el sufrimiento", a su entender, entre ellos, y "posiblemente el más activo", la Audiencia Nacional, que, "a través del Ministerio Fiscal pero también del Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria, está bloqueando de manera permanente que estos presos puedan iniciar el camino de regreso a casa tras el cumplimiento de largas condenas".
Tras subrayar que no se trata de "privilegios", sino "simplemente la aplicación en la política penitenciaria de carácter ordinaria", ha afirmado que la intención de Sare no es "confrontar con nadie" pero no va a permanecer "inmóviles mientras estas vulneraciones de derechos se sigan produciendo".