El Sindicato de Enfermería en Navarra, Satse, reclamó ayer a los consejeros de Salud y Educación, Santos Induráin y Carlos Gimeno, o a los que ostenten los cargos tras la conformación del futuro Gobierno, que “apuesten por la prevención y la detección de problemas y conductas no saludables en los centros educativos de Navarra, y posibiliten la presencia de una enfermera escolar que, como una parte más de la comunidad educativa, puede propiciar que las futuras generaciones sean más sanas y tengan una mejor calidad de vida”.
De cara al curso escolar 2023-2024, Satse subrayó la importancia de que “los colegios e institutos de la Comunidad Foral cuenten con este profesional sanitario que, en base a su cualificación y competencias, puede ser un agente más, junto con el equipo docente y el resto de la comunidad educativa, para generar entornos más saludables y seguros”. La central resaltó que, además de su labor asistencial al alumnado por un problema de salud, cuando se producen accidentes u otras incidencias, la enfermera “puede desempeñar un papel clave a la hora de detectar conductas y hábitos no saludables, además de situaciones que también afectan negativamente a la salud física, psicológica y emocional de los escolares”.
En este sentido, Satse se refirió a la labor de detección que puede desarrollar la enfermera escolar ante problemas de salud mental, trastornos de la conducta alimentaria, adicciones (alcohol, tabaco, drogas…), violencia o discriminación por razón de género, bullying... “Puede ser la voz de alarma ante problemas y situaciones que requieren una atención conjunta y coordinada de la comunidad educativa y otros recursos sanitarios y sociales”, apuntó.
Asimismo, la organización sindical incidió en que “su labor informativa, en colaboración con el profesorado, en materia de prevención y promoción de la salud puede evitar situaciones de embarazos no deseados o enfermedades de transmisión sexual, las cuales se están incrementando en nuestro país a lo largo de los últimos años”.