Del millón de personas que han salido de Ucrania para escapar de la guerra, más del 40 por ciento son niños, según informa este jueves la ONG Save the Children, que ha llamado a proteger a estos menores del riesgo de padecer hambre y enfermedades o caer víctimas de redes de tráfico de personas.
La organización no descarta que la proporción de niños sea incluso mayor, habida cuenta de que un gran número de hombres se están quedando atrás para participar en la resistencia armada frente a las tropas rusas. "Mi marido se quedó atrás. Nos llevó hasta la frontera antes de regresar. Sólo pudimos traer algo de ropa y algunas medicinas", explica Anna, una mujer de 29 años que ha llegado a Rumanía con dos hijos de cuatro y dos años. "Huimos porque teníamos miedo", relata, especialmente temerosa tras ver que los combates se acercaban incluso a centrales nucleares.
Anna espera seguir hasta República Checa, donde tienen amigos que pueden ayudarles, y confía en poder regresar a su país. "Solo esperamos que los combates terminen y podamos volver a casa", confiesa en declaraciones a Save the Children.
Éxodo masivo
Este éxodo masivo, que ya está considerado como la peor crisis de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial, ha provocado largas colas en los puestos fronterizos de los países vecinos. La directora de Save the Children en el este de Europa, Irina Saghoyan, ha tachado de "inconcebible" que "algunos niños y sus familias se vean obligados a estar a la intemperie sin ningún tipo de refugio a temperaturas tan bajas". "Estamos muy preocupados por los riesgos de enfermedades como la hipotermia", ha señalado.
Asimismo, ha advertido del "enorme impacto" que este tipo de contextos pueden tener para unos niños que ven como "todo lo que aprecian les ha sido arrebatado en el espacio de un semana", en alusión al tiempo transcurrido desde el inicio de la invasión.
"La catástrofe que estamos viendo desarrollarse ante nuestros ojos no se detendrá hasta que la violencia se detenga y los niños, niñas y sus familias estén a salvo. En todos los conflictos es la infancia la que se lleva la peor parte y esto tiene que acabar", ha lamentado Saghoyan.