El canciller alemán, Olaf Scholz, responsabilizó hoy a Rusia de los retrasos producidos para el transporte de la turbina que reclama Gazprom para el gasoducto Nord Stream y que, según Moscú, impiden que pueda funcionar a pleno rendimiento.
La turbina está "preparada para ser transportada", afirmó Scholz, en una visita a la planta de la compañía Siemen Energy de Mühlheim (oeste de Alemania), donde se encuentra el motor.
Según Scholz, para que la turbina llegue a su destino "solo es preciso que Gazprom la pida", algo que no ha ocurrido, mientras que por parte alemana y de otros países implicados se dispone ya de todos los permisos pertinentes para el transporte.
Desde Moscú, se sigue insistiendo en que la reducción de suministros se debe a los "problemas técnicos" derivados de la falta de esa pieza, algo que, según Scholz, "no responde a la verdad".
Gazprom suspendió completamente los suministros durante diez días, en julio, argumentando que eran necesarias tareas de mantenimiento y la falta de una turbina.
Finalmente se reanudaron los suministros, pero reducidos a un 20% de la capacidad del gasoducto, ya que Moscú sigue insistiendo en los "problemas técnicos".
Pese a esa situación, Alemania logró mantener el nivel de los depósitos de gas sobre el 64% mientras duró la suspensión completa del servicio y, tras su reanudación, se ha logrado el lento avance hasta el 68%.
El objetivo del Ministerio de Economía y Protección del Clima alemán es llegar al 75% a principios de septiembre y al 95% en noviembre, para garantizar con ello los suministros de gas durante el invierno.
Con ese propósito se han pasado a activar las plantas de carbón ya fuera de funcionamiento, para no tener que recurrir al gas para el consumo eléctrico.
Asimismo, se han empezado a adoptar en algunos "Länder" medidas de ahorro energético en edificios públicos y monumentos, piscinas públicas y otras instalaciones.