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El canciller alemán, Olaf Scholz, planteó este lunes la moción de confianza a la que se somete este lunes y las elecciones anticipadas de febrero como una consulta sobre el futuro de la economía germana y abogó por inversiones masivas para relanzarla, mejores salarios y pensiones estables.
"Cómo invertimos en nuestro país, con fuerza y decisión o de forma mezquina y acobardada. De esto depende todo", afirmó en su discurso ante la Cámara Baja o 'Bundestag' antes de la votación de una moción que perderá y que despejará el camino a unas elecciones anticipadas el próximo 23 de febrero.
El socialdemócrata señaló que Alemania necesita más crecimiento, pero para ello es necesario poner a punto las infraestructuras, lo que, unido a la importancia de invertir "masivamente" en seguridad y defensa, hace ineludible la asunción de nueva deuda.
Búsqueda del adelanto electoral
En este sentido abogó por una reforma moderada del freno de deuda, que limita el endeudamiento del país al 0,35% del PIB cada año, a fin de fomentar la inversión en Alemania y compaginarla con los gastos en su seguridad. A esto se suma la necesidad de devolver los créditos contraídos durante la pandemia y por las inundaciones del valle del Ahr.
Friedrich Merz, el líder del principal partido de oposición de Alemania, la Unión Cristianodemócrata (CDU) dijo este lunes al canciller alemán, Olaf Scholz, que no se merece la confianza ni de las otras fuerzas ni de los ciudadanos.
"Usted plantea la moción de confianza. Ha tenido la oportunidad", pero "usted, señor Scholz, no se ha ganado la confianza", dijo Merz al concluir un discurso de una veintena de minutos en los que dio la réplica a Scholz, quien se somete hoy a la moción de confianza y pidió a los votantes su confianza de cara a las elecciones generales anticipadas de febrero próximo.
Retos futuros
En los tres años de su legislatura se han acumulado los retos, entre ellos la crisis energética, la guerra en Ucrania o la competencia desleal procedente de China, admitió, lo que ha provocado incertidumbre e inseguridad entre la población, reconoció Scholz.
Sin embargo, la receta para salir de la situación actual pasa por renovar la infraestructura, enfatizó el canciller, que se remitió al premio Nobel de Economía Daron Acemoglu, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como a economistas y sindicatos. "Todos recomiendan invertir. ¿Es que todos ellos no tienen ni idea? Si hay un país en el mundo que se puede permitir invertir en el futuro somos nosotros", aseveró.
Scholz subrayó que todos los países del club de naciones industrializadas del G7 tienen un nivel de deuda estatal superior al 100 %, mientras que Alemania solo ronda el 60%.
"Hay que activar la palanca y hay que hacerlo ahora", proclamó. El canciller socialdemócrata planteó que la otra alternativa sería recortar en gasto social, como propugna la oposición conservadora de la Unión Democristiana (CDU), que según los sondeos ganará las elecciones en febrero.
Si Alemania no contrae más deuda, esto significa que habrá que recortar las pensiones, aseguró, y acusó a los conservadores de querer aplazar la jubilación hasta los 70 años con su plan de ajustar la edad de jubilación a la esperanza de vida.
En modo de campaña electoral, Scholz repasó algunas de sus propuestas económicas de cara a la próxima legislatura, como la de limitar a 3 céntimos el precio de la tarifa de transmisión de la red eléctrica para los clientes industriales, invertir en digitalización, infraestructuras y producción de energías renovables o reducir el IVA de los alimentos del 7 % al 5 %.
También prometió estabilizar las pensiones y subir el salario mínimo a 15 euros por hora desde los 12,41 euros actuales.
De esta medida se beneficiarían unos 700.000 ciudadanos, recalcó.