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El canciller de Alemania, Olaf Scholz, y el favorito a la sucesión, el conservador Friedrich Merz, han depositado ya su voto en las elecciones federales que se celebran este domingo con escuetos gestos de optimismo.
"Todo va a ir bien", ha declarado Merz tras depositar su voto en Arnsberg, en el estado de Renania del Norte-Westfalia, en el centro-oeste del país, acompañado de su mujer, Charlotte.
Coalición
El veterano de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) tiene en la mano la posibilidad de alcanzar la cancillería gracias a la coalición con los democristianos bávaros de la Unión Social Cristiana, a quienes las encuestas dan como fuerza más votada, a gran distancia de los socialdemócratas de Scholz.
De hecho, el líder sociocristiano y primer ministro de Baviera, Markus Soeder, ha votado "muy confiado" de la victoria conservadora en un colegio electoral de la ciudad sudoriental de Núremberg. "Espero que al final tengamos un gobierno para nuestro país, de modo que se puedan producir cambios reales y para que las cosas no sigan como hasta ahora", afirmó Soeder.
Scholz y su mujer, Britta Ernst, han votado en Potsdam, Brandeburgo, sin hacer declaraciones. El canciller se ha limitado a hacer un gesto con el pulgar hacia arriba antes de abandonar el lugar.