En Navarra, María Chivite tendrá que esperar hasta la semana que viene para su investidura. La Mesa y Junta de portavoces ha acordado aplazar el primero de los plenos al lunes para cumplir escrupulosamente los plazos del reglamento y evitar así un recurso de la derecha.
UPN, PP y Vox habían amenazado con recurrir la decisión del Presidente del Parlamento, Unai Hualde, de reducir de tres días a uno el plazo desde que se propone la candidatura hasta que se celebra el debate. Una maniobra legal, recogida en el reglamento, pero desde UPN, Javier Esparza dejaba claro que no habrá tregua en la nueva legislatura: "No pueden hacer con Navarra lo que quieran, no es su cortijo. Afortunadamente, hay unas leyes y unas normas que se tienen que cumplir".
Con la fecha límite para la investidura -28 de agosto- a la vuelta de la esquina, la decisión de acortar el plazo respondía a la necesidad de tener más margen de maniobra para poder repetir el proceso, en caso de que hubiera cualquier error. Desde el PSN, su portavoz parlamentario Ramón Alzórriz explicaba: "Ese recurso podría ser motivo de suspensión de los plazos y, por lo tanto, habrían puesto más en riesgo, si cabe, el inicio de la legislatura".
En cualquier caso, el camino para la investidura de María Chivite está despejado porque tiene los apoyos necesarios, ya que la militancia de EH Bildu ha avalado la abstención de la coalición abertzale, movimiento necesario para que los números encajaran. El 82,7% de quienes han participado en la consulta han votado en este sentido.
Así pues, el primer pleno se celebrará el lunes. Chivite no logrará mayoría absoluta así que habrá una segunda sesión el martes en la que sí saldrá investida con mayoría simple. Después de la publicación en el BOE tomará posesión el jueves. Su gabinete lo hará un día después.