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Alavés

Se cuestiona que el Stadium no tenga nombre, como lo tienen otros campos

1 de agosto de 1924
Se cuestiona que el Stadium no tenga nombre, como lo tienen otros campos
Se cuestiona que el Stadium no tenga nombre, como lo tienen otros campos

1 de agosto de 1924

en la Asamblea General Ordinaria del Deportivo Alavés celebrada el 4 de enero de 1925, se daba lectura a un escrito firmado por setenta socios en el que se indicaba que, a partir de esa fecha, el Nuevo Campo de Deportes o Stadium del Deportivo Alavés pasase a denominarse Mendizorroza. La petición mereció la aprobación de los asistentes.

El Nuevo Campo de Deportes es la primera gran obra albiazul, luego se realizarán más, que ve la luz gracias a las aportaciones económicas de tres prohombres alavesistas –los tres fueron ocupando sucesivamente el sillón presidencial–, como fueron José Gabriel Guinea –nombrado presidente en la Asamblea Extraordinaria celebrada en el Ayuntamiento de Vitoria el 17 de diciembre de 1922–, Federico del Campo y Félix Alfaro.

Este Stadium recibe su primer encuentro –'inauguración oficiosa o estreno'– el 9 de agosto de 1923, enfrentándose una selección de la Real Sociedad y Deportivo Alavés contra el Athletic (1-2). El 27 de abril de 1924, vísperas de San Prudencio, es bendecido e inaugurado oficialmente en un 'match' amistoso entre el equipo albiazul y la SD Deusto (2-0). El 15 de junio de 1924 el Nuevo Campo de Deportes contempla el primer partido oficial que se celebra en su terreno de juego: Deportivo Alavés-Club Cantabria (5-0).

Pero el nombre del campo no existe y para referirse al mismo los aficionados y seguidores albiazules lo denominan de tres maneras: Stadium, Nuevo Campo de Deportes o Cervantes. Este último nombre recordaba el antiguo terreno de juego que existió colindante al cercano Paseo de Cervantes y que así era conocido. El 1 de agosto de 1924 el vespertino vitoriano 'Heraldo Alavés' iniciaba su particular cruzada, para que el futuro Mendizorroza fuese bautizado: "Muchos vitorianos echamos de menos el que nuestro Deportivo no haya puesto nombre a su campo, como lo hacen todos los Clubs. Es pues necesario discurrirlo y no hay que inventarse nombres nuevos. Lo más lógico y natural es imponer a nuestro campo el nombre que ha llevado siempre el lugar o terreno dónde está emplazado". A continuación, indicaba, geográficamente, la ubicación del Stadium: "Queda limitado al N. por Mendizorrotz (mal llamado Monte del Pico); al E. por Mendizábal (Monte de la Justicia); por su lado O. lo bordea el 'camino del Mineral' que se llama Cidorra, y la senda que, partiendo de la conserjería va a unirse al camino de Lasarte, se denomina Salvatierrabide".

El cronista, por último, dejaba caer de manera disimulada el nombre que le agrada: "En las escrituras de las diversas compras y ventas que este terreno ha sufrido, aparece con el nombre de 'Mendizorrotz', que es el nombre verdadero de este lugar". A tal fin el citado periódico abre una encuesta pública, en la que los aficionados pueden dar un nombre al Stadium. En la redacción del diario se reciben nombres muy sonoros: Mendizorrospe; Campo de Deportes Alavés; Zumaquera; Gure Landa; Zidortzelai; Zidorlanda o Sidorlanda; Kirolanda; Kirolokieta; San Vitor y Elderdun-bat. Pero el más votado por los lectores es Mendizorrotz. En septiembre varios socios amenazan a la Directiva con darse de baja de la Sociedad, si el campo lleva su nombre en euskera. Pasarán los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre de 1924, seguirán los pros y contras sobre el nombre del campo, y en enero de 1925 el Stadium saldrá del anonimato y será bautizado. Tendrá un nombre euskaldun y suavizado. Un bello nombre: ¡Mendizorroza!

2021-08-02T08:54:02+02:00
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