Un juzgado de Donostia ha dado la razón al Restaurante Amelia que cobró 510 euros a un cliente que, tras realizar una reserva para tres comensales, ni anuló la reserva ni se presentó. Ocurrió la noche del 16 de julio de 2021. Tal y como nos ha contado en Onda Vasca, Xabier de la Maza, director del Grupo Amelia, "lo que sucedió es que una persona había hecho una reserva, que la confirmó semanas antes. Lógicamente había aceptado la política de reserva y cancelación. Posteriormente, como ha quedado demostrado, había reconfirmado y había habido diferentes comunicaciones. Sin embargo, esta persona no apareció a cenar. Nuestro protocolo interno fue ponernos en comunicación con él. Tras varias llamadas, que no tuvieron éxito alguno, se procedió a cobrar."
Al día siguiente, sí que pudieron ponerse en contacto con el cliente al que dieron alternativas para su reserva: "se le ofreció, ya que pueden surgir imprevistos, recolocarle en otro momento. Lo rechazó; rechazaron las fechas. No quiso proceder con una nueva reserva y es cuando judicializó el asunto a través de una demanda. Y lo que ha pasado con la demanda es que se ha desestimado".
Es legal si hay transparencia
Entrevistado en Onda Vasca, Kepa Loizaga, delegado de la OCU en Euskadi, asegura que cobrar una penalización por no anular y no presentarse tras tener una reserva en un restaurante "es legal". "Siempre que haya transparencia y tú, de antemano, sepas que si no vas te cuesta esta cantidad por penalización, podría ser legal". Insiste Loizaga en que "la palabra clave es transparencia; que yo, en todo momento, sepa qué me juego si decido no ir: o, dependiendo de la política de cancelación, si cancelo en 72 horas pago esto o, si cancelo una semana antes, no pago nada.. El ejemplo más gráfico son los hoteles".
Explica el delegado de la OCU en Euskadi que "todo esto surge por esa picaresca, cada vez más, de reservar y no ir. Como ese señor del Bar Bergara al que le han hecho un 'simpa' de 100 pintxos, que los tenía hechos y luego alguien no ha pasado a recogerlos". "Cada vez más, se reservan mesas y luego ni se cancelan, ni van, y no tiene ningún coste. Hay que ponerse también en el lado del propietario del local que puede haber contratado personal, puede haber comprado género..." Explica Kepa Loizaga que, en ese caso, estaríamos hablando de "daños y perjuicios" que el hostelero podría reclamar. Eso sí, aclara Loizaga "esos daños y perjuicios hay que acreditarlos".
Políticas de cancelación
En el caso del Restaurante Amelia, la política de cancelación se aplica desde el año 2017 "porque el fundador ha tenido una carrera internacional -en los países de nuestro entorno es algo normal- y nos sorprende toda la polémica que ha habido; en otras partes se hace así: usted no va y no avisa, se le cobra en la tarjeta."
Además, recalca Xabier de la Maza, que "las reservas en el Restaurante Amelia nunca son telefónicas, siempre se hacen a través de la web, por lo tanto hay rastro de todo. Y solo se puede proceder a la reserva marcando explícitamente el cuadro de la política de cancelación que es, como el juez ha reiterado, clara y es sencilla. Se entiende de manera indubitada".
Una política de cancelación en la que se explicita que se cobrará una penalización de 170 euros por comensal en caso de no personarse. De la Maza explica que el ticket medio es el Restaurante Amelia, que cuenta con dos estrella Michelín, es de unos 300 euros. "Estamos halando, por tanto, de un porcentaje de un ticket medio pero, si nosotros mañana perdemos un avión o no vamos a un hotel que hemos reservado, se nos carga todo el precio sin ningún tipo de problema".
Recuerda el director del Grupo Amelia que "este es el único caso en nuestra historia que se ha judicializado. Siempre puede haber algún pequeño conflicto o desavenencia, pero se dirime internamente. En este caso, se ha judicializado algo que, por nuestra parte, no tenía mayor razón de ser pero, bueno, cada uno es muy soberano de tomar las decisiones y echar adelante."
Polémica final
Sin embargo, antes de terminar nuestra conversación, el delegado de la OCU en Euskadi, Kepa Loizaga, abre otro melón: "Debería haber cierta reciprocidad porque... ¿qué pasa si haces una reserva y, cuando llegas, el restaurante no la tenía? ¿Te indemniza el restaurante? Deduzco que no... Por eso, no es bueno que solo una de las dos partes fije la política de cancelación, para que no sea abusiva".