Las pernoctaciones en las viviendas turísticas de Euskadi creció un 11,7 % en los tres meses de verano (julio, agosto y septiembre) de 2024 en relación con el mismo periodo del año anterior, mientras que la variación en los alojamientos rurales ha sido negativa, con una bajada del 1,9 %. Según los datos del Instituto Vasco de Estadística, Eustat, en los apartamentos turísticos las entradas fueron 78.015 (+12,5 %) y las pernoctaciones 242.657.
Destaca el incremento de las entradas en Gipuzkoa, de un 22 %, con un aumento del 10,2 % de las pernoctaciones, que en el caso de Bizkaia ha sido del 14 y del 12,7 %. En Araba por el contrario bajaron las entradas un 32,9 %, pero subieron las pernoctaciones un 11,5 %.
La estancia media ha sido de 3,11 días en el conjunto de Euskadi, algo por debajo de los 3,14 días de los mismos meses del pasado ejercicio.
Por su parte, el grado de ocupación ha sido del 51,3 % al medirlo por plazas, con un incremento de 2 puntos porcentuales respecto al de 2023, y del 71,4 % si el cómputo se hace por apartamentos, lo que representa un crecimiento del 1,2 %
Bajada en los alojamientos rurales
En cuanto a los alojamientos rurales, las pernoctaciones crecieron en Gipuzkoa (1 %) y bajaron en Bizkaia (-7,5 %) y Araba(-0,2 %), mientras que las entradas descendieron en las dos primeras (-3,2 y -7,9 %, respectivamente) y se incrementaron en la tercera (8,5 %).
La estancia media se situó en 3,16 días, algo por encima de los 3,13 días del verano de 2023. Destacan los 3,38 días en Gipuzkoa, seguidos de 3,04 en Bizkaia y de 2,74 días en Araba.
El grado de ocupación por plazas fue del 49,9 % y al medirlo por habitaciones del 55,8%, lo que implica una pérdida del 0,1 % en el primer caso y un aumento de 0,8 puntos en el segundo.
Por último, los albergues rurales han visto incrementada las entradas en un 18,1 %, con un total 96.519 y las pernoctaciones en un 15,1 %, hasta las 174.758.
Si se acota solo al mes de septiembre, las entradas y las pernoctaciones bajaron un 6,3 y un 1,5 %, respectivamente en los alojamientos rurales, subieron un 4,4 y un 8 % en las viviendas turísticas y un 22,1 y 14,1 % en los albergues turísticos.