El doctor Javier López, jefe de los servicios médicos de la fábrica de Bridgestone en la localidad vizcaína de Basauri, es presidente desde el año pasado de la Sociedad Vasca de Medicina del Trabajo (SVMT), cuyo objetivo es divulgar todo aquello relacionado con esta especialidad.
En los dos primeros meses se ha producido un ascenso de más del 20% en el número de accidentes laborales. ¿Qué circunstancias hay detrás de esta subida?
Es complicado decirlo, porque ahí los actores principales son las empresas y sus técnicos de prevención. La coyuntura que vemos desde la SVMT es que en la actualidad hay muchas empresas en ERTE. Estamos en un momento industrial complicado. Esa situación un tanto anómala conduce a que el trabajador no está desarrollando su labor en una situación normalizada, porque se hacen paradas de dos o tres días y luego se arranca de nuevo. Eso genera cierta inestabilidad en las tareas del trabajo y a su vez una mayor accidentabilidad.
¿En qué situación se encuentra el mapa de la salud laboral tras la pandemia?
Se ha detectado un aumento de los problemas de salud mental, que están produciendo a su vez un ascenso en el número de días perdidos por bajas. Es una realidad que vivimos día a día. La pandemia del covid, para el campo de la medicina del trabajo, supuso una oportunidad perdida de haber contribuido más a la sociedad. Nos hubiera gustado tener un mayor papel y más representatividad dentro del panorama de la salud pública tras la crisis sanitaria. Tuvimos una función protagonista durante la pandemia, pero luego no pudimos mantenerlo. Nosotros, con nuestra información y estudios epidemiológicos, podríamos contribuir a desarrollar planes preventivos y acciones concretas de promoción de salud. Somos médicos que estamos más cerca del trabajador sano que el de Atención Primaria, que le atiende cuando ya está enfermo.
Las bajas motivadas por problemas de salud mental están creciendo con fuerza. ¿Están los sistemas de prevención de las empresas lo suficientemente preparados para detectar estas circunstancias?
La verdad es que no. Es cierto que tenemos una estrategia que se denomina evaluación de riesgos psicosociales y que las empresas están incrementando los recursos para estas circunstancias, pero hay planes de acción que necesitan ser trabajados con más profundidad.
¿Cuáles son los objetivos que se marca una organización como la vuestra?
El primero es ayudar al trabajador desde el punto de vista de la salud, con planes, prevención, acciones concretas y promoción de la salud. Desde la asociación intentamos compartir más información entre nosotros, de manera que esos datos nos sirvan para poder desarrollar en nuestras empresas estas medidas. Después, otro de nuestros objetivos es divulgar la especialidad de la Medicina del Trabajo entre los profesionales médicos. Queremos que se conozca nuestro trabajo, también en el ámbito universitario. Para ello se creó el año pasado la Cátedra de Medicina y Enfermería del Trabajo en colaboración con la UPV/EHU. Por último, otro de nuestros propósitos es llegar a acuerdos con otras especialidades médicas para crear una colaboración en materias como el cáncer laboral o los problemas del sueño.
¿Cuáles son los retos en salud laboral a corto y medio plazo?
Abordar la salud laboral es una cuestión primaria. Por ello es importante buscar indicadores que puedan avisarnos de la posibilidad de que aparezca una lesión. Esta es una labor que hay que hacer desde diferentes vertientes de la salud, como la ergonomía laboral o la salud mental, entre otras. Ese es el objetivo principal de la medicina del trabajo desde el punto de vista preventivo. Pero también la promoción de hábitos de la salud.