Lo que debería ser una ocasión para fortalecer lazos entre compañeros y relajar tensiones laborales puede transformarse en una situación potencialmente peligrosa para la privacidad de los asistentes. Las fotografías y videos tomados durante estas reuniones, a menudo compartidos en redes sociales o plataformas de mensajería instantánea, pueden tener implicaciones legales relacionadas con el derecho a la intimidad.
¿Cuántas veces hemos visto una historia de Instagram o un TikTok mostrando a un compañero de trabajo en un momento comprometido durante una cena de empresa? Estas publicaciones, aunque puedan parecer triviales, pueden tener consecuencias serias, desde daños a la reputación personal hasta conflictos laborales. Jon Kepa Huertas, abogado de Montes y Asociados, nos ha aclarado los aspectos legales de esta cuestión.