El fuego que desde el pasado día 19 ha arrasado ya 90.000 hectáreas en la región griega de Evros sigue avanzando este miércoles e incluso se han reactivado algunos focos que habían sido controlados, mientras los bomberos advierten de que hay un alto riesgo de incendios en muchas otras zonas del país.
Un fuerte rebrote ayer en obligó a evacuar la localidad de Kotronia y varios de los fuegos que se han reactivado están en zonas escarpadas donde la extinción sólo es posible por medios aéreos, según informa la radiotelevisión pública ERT.
Desde primeras horas de la mañana se ha reactivado el dispositivo de extinción desde el aire, en el que participan once aviones y siete helicópteros, proporcionados en su mayoría por el Mecanismo de Protección Civil de la UE.
Además, unos 500 bomberos y un centenar de vehículos, muchos llegados de otros países comunitarios, están desplegados en la zona de Evros para contener las llamas.
El incendio de Evros es el más grande ocurrido en la UE desde que en comenzaron a registrarse datos en el año 2000.
El Parque natural de Dadia, en la región de Evros, se ha visto muy afectado por las llamas y los expertos han alertado de que el desastre natural puede ser irrecuperable.
La Sociedad para la Protección de la Biodiversidad de Tracia ha publicado varias imágenes en las que se compara el paisaje antes y después del fuego para mostrar la magnitud del desastre.
Además de en Evros, los bomberos han informado de que el riesgo de incendios es alto hoy en otras 13 regiones de Grecia, como las islas de Creta y Rodas o el Ática, donde está Atenas, la capital.
Al norte de Atenas los bomberos siguen actuando en la zona de Parnitha, un paraje natural montañoso que se ha visto también muy afectado por la oleada de incendios que sufre el país desde hace doce días.
En total, en lo que va de 2023, en Grecia han ardido ya unas 150.000 hectáreas, más del 1,1 % de la superficie total del país, en el segundo peor año desde 2007 en lo que a territorio calcinado se refiere.
En el bosque de Dadia, los bomberos griegos encontraron la semana pasada los cuerpos carbonizados de 18 personas, posiblemente migrantes irregulares.
También se encontró otro cuerpo, que se cree que también pertenece a un migrante, mientras un ganadero griego murió al intentar rescatar a sus animales de las llamas.