Como no podía ser de otra manera, se ha impuesto la lógica y la Real Federación Española de Fútbol ha decidido la suspensión del partido de este jueves entre el Jove Español y la Real que se iba a disputar en el estadio Rico Pérez de Alicante.
Al final, ha sido la Dirección General de Deporte de la Generalitat Valenciana, después de declaración de luto oficial anunciada por el Gobierno de España para los próximos tres días, a partir de este 31 de octubre a causa de la DANA que ha azotado la provincia de Valencia durante los pasados días, la que ha decidido que no se celebrarán competiciones deportivas en ese período en señal de duelo y solidaridad con las víctimas y sus familias.
Asimismo, ha instado a las federaciones deportivas a que aplacen cualquier tipo de competición prevista para estos tres días. Por lo tanto, la Federación española también accedió a aplazar el encuentro del cuadro txuri-urdin, así como los demás encuentros que se iban a disputar en la comunidad autónoma valenciana
En comunicación con este periódico, el CEO del Jove, Rafa Beviá, reconocía este miércoles por la mañana que no tenían ninguna notificación de que el partido pudiese correr peligro y que la situación en Alicante era de plena normalidad al no haberse visto afectados por el paso de la DANA.
Claro, como señaló Imanol que les pasó antes y después del entrenamiento, en pocos momentos la lista oficial de fallecidos pasó de algo más de la decena o superar el centenar, con muchos desaparecidos aún con los que, obviamente, se teme lo peor.
La Real, sin fechas libres
El problema añadido con la Real es que, al ser un equipo inmerso en competición europea, no tiene fechas libres para disputar la eliminatoria. Por lo que, al ser el sorteo dirigido y en el caso de que se clasifiquen los alicantinos les correspondería un equipo de Primera División, por lo que no queda más remedio que aplazar uno de sus próximos encuentros de Liga y retrasarlo a, se supone, las Navidades.
La siguiente ronda se va a disputar el 4 de diciembre y hasta esa fecha la Real va a visitar el Sánchez Pizjuán este domingo, después recibe al Barcelona para luego afrontar el derbi de San Mamés. Como al de Sevilla en principio no parece afectarle en este sentido porque a día de hoy no da la sensación de que vayan a jugar este fin de semana (el resto de aplazados van a jugar la semana que viene, pero la Real no puede porque el jueves se enfrenta al Viktoria Plzen), lo normal es que se tenga que suspender o el duelo contra el Barcelona o contra el Athletic. El lío está montado, pero es lo que tiene confeccionar un calendario plagado de partidos y sin fechas libres por si sucede una fatalidad de este tipo.
La RFEFestaba obligada a tener en cuenta la opinión de la Liga, porque le iba a afectar sí o sí la modificación de los días de los enfrentamientos de la competición copera.
La Real asume con naturalidad
La Real ha acatado la decisión con naturalidad, comprensión y plena empatía con las víctimas y los afectados. El club realista quería jugar porque conocía el tinglado de encuentros y de fechas que se iba a formar, pero entiende la magnitud de lo sucedido y que era lógico que la Generalitat Valenciana tomara la decisión de suspender el encuentro.
El equipo txuri-urdin tenía planeado volar este jueves por la mañana desde el aeropuerto de Pamplona a Alicante, para regresar a casa nada más finalizar el duelo. La plantilla descansará este jueves, según ha anunciado el club, y se ejercitará el viernes y el sábado en Zubieta, y esperará acontecimientos en los despachos de la Federación y de la Liga, donde tendrán que hacer el consiguiente encaje de bolillos para que las competiciones puedan seguir su curso con una mínima normalidad.
Durante el día la amenaza de la suspensión ha planeado sobre el encuentro, ya que no dejaba de resultar sorprendente que se fueran a suspender todos los partidos con equipos de la comunidad valenciana implicados menos el de la Real. Algo no cuadraba, porque si lo extrapolamos a Euskadi, sería como si se jugase un encuentro de fútbol 48 después de que más de un centenar de personas hubiesen perdido la vida en otro territorio diferente a Gipuzkoa.
No entraba en la cabeza de nadie. Aunque el fútbol suele vivir demasiadas veces ajena a la actualidad y a la realidad, esta vez se ha impuesto el sentido común y finalmente se ha aplazado una eliminatoria que no tenía ningún sentido que se disputase este jueves en el Rico Pérez.