Actualizado hace 8 minutos
Repetimos una y otra vez la importancia de la privacidad en el mundo digital, pero parece que aún hay muchas personas que no son conscientes de los riesgos que puede tener la exposición de nuestras imágenes y de nuestros vídeos en internet.
Cuando publicamos una foto o un selfie, esas imágenes pueden ser utilizadas para crear cuentas falsas en redes sociales y suplantarnos con diferentes objetivos como realizar acciones delictivas en nuestro nombre (extorsión con imágenes íntimas, amenazas, insultos, difusión de virus, estafas…) o realizar publicaciones y hacer comentarios con el objetivo de dañar nuestra reputación o reírse de nosotros. Además, esas fotos y vídeos que subimos pueden ser editados y se pueden usar para atacarnos.
No solo eso, ya en 2015 se empezaba a suplantar la cara de una persona para hacer una videollamada a través de la transferencia de sus expresiones faciales sin que la persona que estaba al otro lado se diese cuenta, usando una técnica que Facebook había desarrollado con otros objetivos. Hoy en día con la ayuda de la inteligencia artificial y los filtros es mucho más sencillo suplantar a otra persona en videollamadas, porque también se pueden usar audios o vídeos de otras personas para suplantar sus voces.
Ya se usan este tipo de técnicas para realizar estafas, por ejemplo a través de WhatsApp, donde alguien nos escribe desde un número desconocido fingiendo que es un familiar o alguien conocido y nos pide dinero. Si nos mandan un mensaje es probable que muchas personas sospechen de inmediato, pero si nos mandan un audio con la voz del familiar o conocido, es mucho más probable que caigamos en la trampa.
Imaginemos por un momento todo lo que se puede llegar a hacer con esta tecnología tan barata y tan accesible. Ya es casi imposible diferenciar imágenes y vídeos reales de aquellos creados con inteligencia artificial, es lo único que les faltaba a los generadores de odio y desinformación.
Riesgos
La Internet Watch Foundation, una fundación dedicada a la protección de los menores en Internet, en su informe de diciembre de 2023 alertaba de que muchos pederastas están utilizando fotos y vídeos donde aparecen niños para alimentar motores de creación de pornografía infantil con inteligencia artificial. El material que usan para alimentar esos motores es el compartido en cuentas públicas de redes sociales por las familias y centros educativos de los propios menores. Es una de las razones por las que no solo aconsejamos, sino que suplicamos que los adultos dejen de subir imágenes de niños y adolescentes a las redes sociales y que los menores no tengan cuentas en redes sociales.
También hay páginas web que con inteligencia artificial pueden desnudar imágenes que los usuarios suben, tal y como nos mostró hace poco un grupo de menores de Almendralejo. Estos menores cogían imágenes de sus compañeras de clase de Instagram, las subían a estas webs y luego compartían las versiones pornográficas que estas webs creaban.
Seguridad biométrica
La seguridad en el mundo digital avanza a pasos gigantescos y las contraseñas poco a poco están dejando paso a sistemas de seguridad biométricos. Por ejemplo, para desbloquear un teléfono o acceder a ciertas empresas, se usa la huella dactilar o el escaner de retina. Si alguien descubre nuestra contraseña podemos cambiarla al instante, pero si el sistema de seguridad biométrico es comprometido es mucho más complicado cambiar nuestros datos biométricos.
Hace ya unos años el especialista en biometría alemán Jan Krisller descubrió cómo hacer copias de la retina y las huellas dactilares de personas desde fotografías de alta resolución. Jan Krissler extrajo los datos de la retina de la canciller alemana Angela Merkel con una foto tomada en una rueda de prensa. También confirmó que se podrían imprimir estos datos en una lente de contacto y usarlos con el fin de burlar los sistemas de un escáner de retina.