Aunque normalmente se asocia el verano con el buen tiempo y el clima idóneo para conducir, lo cierto es que el sol puede llegar a ser tan peligroso como otras condiciones meteorológicas con peor fama como la niebla, la lluvia o la nieve. El 5% de los accidentes de tráfico que se producen en España suceden por deslumbramientos en horas crepusculares (amanecer o atardecer), según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Aquí te traemos seis consejos, algunos de ellos ofrecidos por StressFreeCarRental.com, para evitar que la luz del sol nos deslumbre con tanta intensidad y garantizar nuestra seguridad al volante.
1.- Usa gafas de sol polarizadas. Los cristales azulados o grises permiten una mejor visión de la carretera y reducen posibles deslumbramientos del sol sin oscurecer el entorno. Eso sí, no debes olvidar que en zonas oscuras como túneles o cuando sea de noche es importante quitárselas para ver con claridad. Lo recomendable es llevar unas gafas en el coche para poder utilizarlas siempre que las necesites.
2.- Utiliza el parasol, pero solo en momentos puntuales. Cuando el deslumbramiento es intenso, usa el parasol. Puedes utilizar la visera parasol del lado del conductor y del copiloto pero solo cuando sea necesario, ya que reduce el campo de visión.
3.- Mantén los cristales del vehículo limpios. El alumbrado del coche está directamente relacionado en esta conducción, por ello, es importante comprobar que los faros estén limpios, sin polvo o suciedad que provoque reflejos.
4.- Descansa la vista. La luz directa en los ojos acelera el agotamiento visual, por lo que si el viaje es largo es recomendable hacer una parada cada poco tiempo para descansar la vista.
5.- Vigila el sol también por la espalda. Aunque el sol de frente es lo más evidente, también hay que tener en cuenta la luz a nuestra espalda, ya que puede ser molesta si se refleja en los retrovisores.
6.- Enciende las luces. Si conduces con el sol bajo, enciende las luces de cruce. De esta manera, el resto de conductores podrán verte en la carretera y se podrían evitar accidentes. No debes olvidar que no solo eres tú el que tiene la visión limitada sino que el resto de vehículos también.
Vehículo aparcado durante la puesta de sol.
Las horas más peligrosas
La posición relativa del sol varía según la estación del año. En verano, hay que tener cuidado entre las 6.30 y las 9 de la mañana. Si es invierno, las horas críticas son entre las 8.30 y las 10.30. Al atardecer, la puesta de sol es especialmente peligrosa entre las 17.30 y las 21 si es verano y de 16.30 a 18 si es invierno.
Lo más recomendable es no viajar por carretera durante estas franjas horarias pero, si no se puede evitar, ten en cuenta los consejos anteriores para minimizar los reflejos del sol al volante y evitar un posible accidente.