Hoy martes van a quedar atrás más de tres meses de competición en la fase de grupos de la EHF European League. Diez jornadas que siempre tienen un forzado paréntesis por culpa del europeo o el mundial de turno en cada enero y que determinan qué cuatro equipos de los seis de cada uno de los cuatro grupos alcanzan los octavos de final de la competición. Bidasoa llega a este último día con los deberes hechos tras la anterior jornada, en la que el Aguas Santas no pudo rascar en su visita a Dinamarca.
El cuadro luso visitó entonces al que esta noche (20.45 horas) es el último rival de los irundarras, el Skanderborg Aarhus, también clasificado y que poca cosa se juega, ya que, haga lo que haga, será segundo de este grupo D. En todo caso, nadie pone en duda que vendrán a por el triunfo para dejar claro que solo el Füchse berlinés ha sido capaz de arrebatarles puntos a lo largo de esta liga. La llegada de los escandinavos supone el comienzo de una semana plenamente exigente en la pista de Artaleku. El domingo llega el inaccesible Barça de Antonio Carlos Ortega.
Una mejor clasificación para un mejor cruce
La historia para el equipo local es algo distinta, ya que el tercer puesto, que en todo momento se ha ocupado, sin pasar por ello apuro alguno en la clasificación, sigue en juego. Con un punto ante los nórdicos será suficiente para amarrarla, y en caso de no poder obtenerlo, también se concluiría en tercero en el supuesto de que en Macedonia se de cualquier resultado que no sea el triunfo del Eurofarm Pelister sobre el Motor ucraniano, que se juegan esa última plaza de acceso al Last16.
Quedar tercero o cuarto tiene su importancia, toda vez que el cruce en el inminente sorteo diferirá en uno u otro caso. Se evitarían los enemigos más potentes que se han impuesto con autoridad en sus respectivos grupos y ahora mismo el Göppingen alemán, el Nexe croata o el Ydstads sueco bien podrían ser el enemigo de los amarillos en la próxima ronda.
En Irún queda claro, como ya quedó durante la primera vuelta con aquel concluyente 38-27 encajado, que el Skanderborg Aarhus es un rival complicado, muy sólido, que juega muy bien y tiene jugadores desequilibrantes. Pero aquí hay que ponerlo todo para intentar ganar el partido y así proporcionar otra alegría a la afición. Para ello se ha cogido como referencia la previa ante el Kolstad noruego, que ya mordió el polvo y, por qué no, dando la guerra de siempre, el objetivo es alcanzable.
Para la causa se apuntan efectivos que han andado últimamente renqueantes, como Asier Nieto, Víctor Rodríguez y Rodrigo Salinas. Jacobo Cuétara tiene a todos en condiciones de jugar ante el gigante vikingo. El técnico asturiano, que ha encontrado todo un bálsamo en el triunfo doméstico sumado en Valladolid (32-37), habla de esta "semana para disfrutar, mejorar y que los jugadores vayan adquiriendo una mejor forma".
Clasificados con 7 puntos
Es evidente que la clasificación de Bidasoa un año más para los octavos de este torneo continental resulta meritoria. Un plantel en transición que tradicionalmente incorpora canteranos que terminan por volar hacia más altas metas a todos los niveles, pero que a la vez sabe competir al máximo nivel ante los grandes trasatlánticos de Europa y, por ende, del planeta balonmanístico.
Por otro lado, cabe señalar que el desarrollo del grupo ha permitido consumar un 'barato' acceso a la siguiente eliminatoria e incluso serias opciones de no ser cuarto con apenas 7 puntos en el casillero. Indudablemente el más barato, en comparación con los 12 puntos que poseen el Granollers y el Schaffhausen helvético, e incluso los 9 del Valur islandés.