Tras un comienzo desahogado en la gestión de las cuatro primeras jornadas, con un compromiso semanal además de un paréntesis de quince días, el calendario de liga dispara su exigencia. El Athletic encara tres partidos en una semana a partir de mañana sábado. El programa se abre con la visita al Wanda Metropolitano, donde aguarda al vigente campeón, continúa el martes 21 en San Mamés con la visita del Rayo Vallecano y lo cierra el desplazamiento a Mestalla del sábado 25. Más allá de la dificultad intrínseca derivada de la concentración de esfuerzos, es obligado señalar que los rojiblancos van a medir sus fuerzas con dos equipos punteros. Valencia y Atlético de Madrid son segundo y tercero en la actualidad, igualados con el líder, el Real Madrid.
Los dos clubes citados aún no conocen la derrota, situación que comparte el Athletic, que figura con dos puntos menos. El tercer adversario del lote es el equipo dirigido por Andoni Iraola, ubicado en la duodécima posición con cuatro puntos en el casillero. Sobre el papel, el cruce con el conjunto de Vallecas se perfila como el más asequible de esta tacada, no solo por la condición más modesta del rival sino porque es el único que tendrá lugar en terreno bilbaino. A pesar de que se augura una entrada discreta en San Mamés por culpa del horario (22.00 horas en una jornada de labor), el factor campo debe favorecer las probabilidades del conjunto de Marcelino García Toral.
Aparte del natural interés que despierta cada cita oficial, sea cual sea el escenario y la identidad del contrario de turno, el hecho de que apenas vaya a haber margen entre estos tres encuentros concita curiosidad por cuanto propiciará cambios en las alineaciones. Hasta la fecha, el entrenador ha optado por un bloque muy definido, las modificaciones han sido contadas y siempre motivadas por causa de fuerza mayor. Satisfecho con los resultados y con la respuesta de sus hombres, Marcelino ha repartido el grueso de los minutos entre dieciocho futbolistas.