Este sábado 10 de septiembre se han dado cita en Ribaforada los distintos grupos de Paloteados de la Ribera para celebrar el VII Encuentro de Paloteados. Acompañados por los Gaiteros y Txistularis de Tudela, han participado los grupos de Ribaforada, Cabanillas, Cortes, Mendianike de Ablitas, Barde Ribera de Fustiñana, Monteagudo, Murchante y Casco Viejo de Tudela. El evento está organizado por el Grupo de Danzas de Ribaforada y la Federación de Dantzaris de Navarra y cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Ribaforada y el Gobierno de Navarra.
El encuentro ha comenzado a las 17.30 con un desfile por las calles de Ribaforada que ha desembocado en la calle Caballeros Templarios, donde los distintos danzantes han interpretado las partes más representativas de sus diferentes paloteados. Además, todos los grupos se han unido para bailar el Trenzado y la Jota de Ribaforada. Para concluir, tras una cena en el Ribaforada Arena, se ha celebrado una verbena popular en el mismo espacio.
El Paloteado es muy conocido en la Ribera Baja de Navarra, siendo una representación popular que aglutina elementos de muy diverso origen y carácter. Personajes teatrales y dantzaris o paloteadores protagonizan el acto de más acogida en las fiestas de los pueblos del sur de Navarra. El discurso del Mayoral, la pastorada o escena dialogada entre este y el pícaro Rabadán, la intervención del Diablo, representante del mal, y la del Ángel para derrotar al anterior completan divertidas escenas teatrales. Al conjunto se añaden los dichos de los danzantes, que sufren las mordientes respuestas del Rabadán, y la crítica social de los personajes, probablemente lo más esperado por el vecindario congregado. Entre las escenas, los miembros interpretan las diferentes danzas de palos, arcos y cintas, combinadas en algún caso con castillos humanos. La mudanza más característica, el entrechocado de los palos, da el nombre a esta fiesta que también se conoce como Dance.
El presidente de la Federación de Dantzaris de Navarra, Juan Carlos Ornat, afirma que “existe la constancia de que en 1880 había más Paloteados, no solamente los que existen actualmente”, explicando que “las investigaciones realizadas refieren que hubo representación de Paloteado también en localidades como Castejón, Corella y Cintruénigo”. Asimismo, remarca que “el Paloteado fuera de la Ribera Baja hay que explicar bien lo que es, pues se confunde con unas danzas de palos, mientras que en esta zona consiste en una teatralidad y el uso de personajes que fuera de la Ribera no existen”.
Cada grupo de dantzaris ha ofrecido dos bailes propios. De este modo, Barde Ribera de Ribaforada ha bailado Zarandera y Queserá, Murchante Yendo Me Voy y Cúpula, Monteagudo Palos Modorros y Arcos, Mendianike de Ablitas Vals y Arcos, Casco Viejo de Tudela Cintas y Revolxota, Cortes Trenzado Doble y Jota, Ribaforada Arcos y Acelerao y Cabanillas Palos y Mazurca.
El Paloteado más antiguo es el de Cortes, que en 2014 fue declarado Bien de Interés Cultural y Patrimonio Inmaterial de Navarra. De hecho, el texto escrito más antiguo del que se tiene constancia es un acta del pueblo vecino de Mallen que data del año 1804. Además, es el único que nunca se ha dejado de realizar. Se celebra el 29 de septiembre en honor al patrón San Miguel y consta de dos partes intercaladas entre sí: Una de texto fijo (textos antiguos que recuerdan a las antiguas pastoradas medievales) y otra variable con las anécdotas referidas a los vecinos del pueblo ocurridas durante el año. Esta parte la realizan en verso los cuatro personajes protagonistas: Mayoral, Rabadán, Ángel y Diablo.
Esta misma estructura siguen el resto de Paloteados, aunque cada uno está dedicado a un patrón diferente. Así, Ribaforada lo dedica a San Bartolomé el 24 de agosto; Ablitas a Nuestra Señora del Rosario el primer domingo de octubre; Monteagudo, Murchante y Cabanillas a San Roque el 16 de agosto; y Fustiñana a los Santos Justo y Pastor el 6 de agosto. Sin embargo, el Paloteado del Casco Viejo de Tudela, el más joven de todos, no tiene ningún tipo de connotación religiosa, por lo que no cuenta con ofrenda a ningún santo. Surgió en 2018 para enriquecer el acervo cultural y folclórico de Tudela y, entre los personajes, se incluye el novedoso Zipotero (personaje del carnaval rural tudelano), Bardena y Cierzo. Además, en cada edición tiene cabida un personaje histórico que vuelve a Tudela y habla sobre la Tudela de entonces y la actual.