Volver a empezar. Como diría la letra del anuncio de una conocida empresa de grandes almacenes, al Athletic le toca regresar hoy a sus quehaceres. En definitiva, volver a ponerse el mono de trabajo. Atrás han quedado dos semanas de vacaciones, tres más de preparación, con cuatro partidos amistosos de por medio, y el Mundial que ha consagrado a Leo Messi como el mejor jugador de la historia. Más de un mes de emociones, alegrías y desilusiones y un parón obligado por la celebración del torneo de los petrodólares, los sobornos y las muertes; el de la vergüenza. Pero la vida sigue y el fútbol, como dirían los ingleses, vuelve a casa. El Athletic se reencuentra con su torneo fetiche, la Copa, en Las Llanas, donde se verá las caras con el Sestao River en una cita que es mucho más que un derbi. Por lo pronto, se ha vendido todo el papel.
Será un encuentro con algunas incógnitas, especialmente en clave rojiblanca, por aquello de que disputaron su último partido oficial el 13 de noviembre, cuando se impusieron al Alzira en la primera ronda del torneo del K.O.. Eso sí, ha incidido Ernesto Valverde, que como su segundo, Jon Aspiazu, jugó en el Sestao Sport a mediados de los 80, en que el largo parón no debería tener incidencia en las prestaciones de su equipo. Claro que del dicho al hecho hay un trecho y será sobre el verde donde los leones deberán demostrar su mayor nivel. Ello sin olvidar que la eliminatoria es a partido único y que esta competición acostumbra a dejar sorpresas.
En condiciones normales, el Athletic debería solventar sin mayores problemas el partido, pero el objetivo del River es firmar una de esas sorpresas que se dan con cierta asiduidad. A su favor juega el hecho de que no tienen nada que perder y sí mucho que ganar, así como que actuarán de locales en un campo que conocen a las mil maravillas y donde esta temporada solo han perdido un encuentro, ante el Brea, hace justo un mes. Además, han cedido un empate frente al Alavés B y los otros seis partidos, cinco de liga y otro más de Copa, los contabilizan por victorias. El conjunto verdinegro ocupa la primera posición del Grupo II de la Segunda RFEF, aventaja en seis puntos al segundo y tercer clasificado, y se ha plantado en la segunda ronda del torneo tras apear al Racing de Ferrol, al que venció por la mínima, con un gol de Leandro Martínez. Un equipo crecido, motivado, que cuenta en sus filas con varios jugadores formados en Lezama.
El derbi vizcaino será la reedición del encuentro que ambos equipos disputaron en enero de 2020 en la misma ronda del campeonato y que se saldó con triunfo rojiblanco por 0-4 en una cita en la que Asier Villalibre y Yuri Berchiche marcaron por partida doble. Esta noche, se espera la titularidad del segundo, que ha dejado buenas sensaciones en esta especie de minipretemporada en la que ha podido trabajar sin contratiempos para recuperar su mejor versión, especialmente en el apartado físico.
Con todo
Indudablemente, la Copa es uno de los objetivos señalados por el Athletic en la presente temporada, más allá de que en liga sus aspiraciones pasen por acabar en posiciones europeas. Así, con margen suficiente hasta la celebración del próximo encuentro, el de la visita al Betis del próximo día 29, se espera que Valverde alinee un once muy reconocible ante el Sestao River. La única baja es la de Ander Herrera y los tres mundialistas: Unai Simón y los Williams, que ya jugaron el sábado ante el Udinese, están en condiciones de jugar.
Agirrezabala ocupará la portería toda vez que el donostiarra es el elegido por el técnico para que dispute el torneo del K.O.. En defensa, De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez y Yuri parten con muchas opciones de salir de inicio, como Vesga en la medular. A partir de ahí, son varias las alternativas. Está por ver si Valverde apuesta por juntar a Sancet y a Muniain en el centro del campo, así como quiénes de entre los Williams y Berenguer ocupan los extremos, toda vez que la presencia de Guruzeta, que no ha perdido su olfato goleador, parece fija.