“Inexperta”, “confundida”, “insegura”... son algunos de los adjetivos con los que Tatiana Maslany describe su personaje en She Hulk, la serie de Marvel sobre una joven abogada que, de la noche a la mañana, descubre y debe aprender a vivir con sus nuevos superpoderes, muy a su pesar.
“Es una mujer que está tratando de ordenar su vida y de repente le sucede algo inmenso pero no quiere hacer nada al respecto. No quiere ser una superheroína”, detalla la actriz de 36 años sobre la nueva ficción, que Disney+ estrenó el pasado viernes.
Después de años de insistencia por parte de los fans del universo Marvel, la factoría de entretenimiento se aventuró en trasladar a la pantalla la vida de Jennifer Walters, una abogada especializada en defender a “superhumanos” que, por error, recibe una transfusión de sangre de su primo: ni más ni menos que el robusto Hulk, encarnado otra vez por Mark Ruffalo.
Hasta ahora, solo los lectores de cómics conocían a She Hulk (Hulka o Giganta, en el mundo hispanohablantes), una heroína que la actriz encargada de darle vida en televisión identifica como la “antítesis” de lo que significa ser un superhéore. “La serie tiene el contraste entre un mundo enorme de superhéroes que están suplicando que se vaya con ellos y la voluntad de ella, que quiere vivir su vida como una persona normal”, avanza Maslany.
Sello Marvel
Esa “negación” constante de la protagonista es lo que ha permitido a sus guionistas cambiar la intensidad habitual de las ficciones de Marvel por un tono mucho más ligero, que se toma menos en serio a sí mismo y busca la complicidad del espectador. Parte de la novedad se explica por su creadora, Jessica Gao, a quien la franquicia fichó precisamente porque su currículo dista completamente de la sagas de acción. Su firma aparece en capítulos de series como la surrealista Rick and Morty y la parodia Silicon Valley.
Aún así, la guionista decidió mantenerse fiel a los cómics originales, conocidos por ser irreverentes, subversivos y con una crítica social mucho más acentuada que en otras historias de la compañía. Ni siquiera renunció a una de las características propias de las viñetas de She Hulk: Cuando la protagonista rompe la cuarta pared y se dirige al público para analizar sus acciones.
“Era crucial que estuviera en la serie –asegura Maslany–. Es una manera de que la protagonista sea amiga de la audiencia, que la invite a su aventura y conecte con ella de una manera muy íntima”.
Superheroínas
She Hulk, que marca el final de la Fase 4 del universo cinematográfico de Marvel junto a la secuela de Black Panther, es también su segunda serie protagonizada exclusivamente por una mujer después de Ms. Marvel. Y es que no hace mucho la idea de un producción de superhéroes liderada exclusivamente por una mujer no entraba en los planes de Hollywood. Brie Larson se convirtió en la primera actriz que protagonizaba una película de Marvel con Captain Marvel en 2019.
Ahora, con She Hulk, Maslany espera que “muchas mujeres jóvenes vean a un personaje complejo y se sientan reflejadas”. La conciliación laboral, el mundo de las citas, la relación con la familia e incluso el control de la ira, mucho más inhibida que la de su primo Hulk, son algunos de los temas de los que habla el personaje.
“Cuando leí el guion vi que yo, o mis amigas, habíamos pasado por las mismas cosas. En la serie hay mucha humanidad, de esa que nos da vergüenza”, aplaude.
Ganadora de un Emmy
Maslany se hizo popular gracias a la serie de ciencia ficción Orphan Black, todo un fenómeno y por la que ganó un Emmy a la mejor actriz de serie dramática en 2016. Ya había sido nominada en otras dos ocasiones y a la tercera logró llevarse el prestigioso galardón televisivo.
En su dilatada carrera en televisión también destacan sus apariciones en Perry Mason y en la miniserie Un mundo sin fin, adaptación de la conocida novela de Ken Follett (la segunda parte de Los pilares de la tierra).
Su debut en el cine fue en el año 2004 en la segunda parte de la saga de terror licantrópico Ginger Snaps. Entre sus cintas más destacadas, Promesas del Este, del premio Donostia de este año David Cronenberg junto a Viggo Mortensen, y más recientemente Destroyer. Una mujer herida, dirigida por Karym Kusama y con Nicole Kidman. l