A sus 25 años recién cumplidos, la bilbaina Patricia Andrés Ibarrola lleva un par de días ejerciendo de celebrity. Justo desde que trascendió que es la médico que ha obtenido este año mejor puntuación del examen MIR 2023, convirtiéndose así en la número 1. Se ha hecho famosa y no para de atender llamadas. “Pero lo estoy disfrutando. Me hace mucha ilusión. Sé que esto se acaba pronto y lo quiero guardar para el recuerdo”, afirma orgullosa.
Le diría que su premio es como una lotería porque se han presentado 12.000 aspirantes. Pero se lo ha currado mucho. En el examen ha tenido 183 respuestas correctas sobre 200. ¡Menudo logro!
Sí, claro, pero la variabilidad del día también depende mucho. De hecho, el número 2 del MIR, que también es de Bilbao y ha estudiado en la UPV, Mikel Isla Jover, podría haber sido perfectamente el número 1 si hubierámos hecho el examen el viernes o el domingo.
Es que ustedes se juegan todos los conocimientos de la carrera de Medicina a una carta, en un solo día y, encima, en un examen tipo test de 200 preguntas. ¿No habría otra fórmula mejor?
Con mis compañeros hemos hablado muchísimo de ese tema, de que todo depende de un solo día. De que nos podía dar una apendicitis o cualquier otra cosa. De hecho, ni cogimos el ascensor por si acaso. Obviamente la preparación y el estudio influyen pero igual habría que dar peso a otras cosas En otros países, por ejemplo, se pone en contacto con el médico directamente el hospital, te hacen una entrevista y miran tus méritos. Igual eso sería más justo.
¿Es tan duro el MIR como lo pintan?
Es que la carrera, que son seis años de estudiar casi todos los días porque hay mucha materia, ya te prepara. El estudiante de Medicina ya tiene adquirida la rutina y el esfuerzo de estudiar. El MIR es intenso, es estudiar 11 ó 12 horas al día durante siete meses. Estudias en verano y ¡este año había 40 grados!, viendo a tus compañeros que hacen otras carreras, de vacaciones. Pero tú tienes ya la base.
¿Hizo muchos simulacros de examen antes del día D?
Todos los que nos daba la academia (estudió en Asturias). Igual hice 33 simulacros enteros y también otros más pequeños.
Ha estudiado en la Universidad de Navarra y también le dieron el Premio Extraordinario de final de carrera. Parece una empollona de libro.
Sí, es verdad, soy una empollona de libro. Tú lo has dicho. (Ríe)
Me parece estupendo que se premie la cultura del esfuerzo, que conste.
Yo he estudiado siempre porque me gusta. La carrera me parece muy chula y muy interesante y además tenía un sentido. Yo me decía es que si no me lo sé, igual le fastidio a alguien la vida. O sea que tienes que estudiar sí o sí. Cuando empecé la carrera me llevé un castañazo en un test que nos hacían en estadística. Y dije ¡vale, cuidado! y decidí estudiar más para aprender mejor.
A pesar de poder elegir trabajar dónde quiera, creo que pretende quedarse a ejercer por aquí.
Después de seis años estudiando en la Universidad de Navarra, creo que quiero volver a casa y hacer la residencia en Bilbao. Estaba planteándome el hospital de Basurto, el de Cruces, aunque no descarto Pamplona porque me gusta mucho. Y mi novio, que es de allí, también se ha presentado al MIR... o sea que no sé al final lo qué va a pasar.
¿Está diciendo que alguien que estudia tanto tiene también tiempo para tener novio? Me está rompiendo los esquemas.
Jajá .... Ya me dice mi novio que tengo que decir que soy mala en algo porque si no me van a sacar cantares. Por eso me quiero quedar en el norte porque están nuestras familias y para poder estar cerca. Y así aprovecho y ahorro. (Ríe, de nuevo)
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Dice que va a decantarse por Dermatología. ¿Por qué es, junto a Cirugía Plástica, una de las especialidades más demandadas?
Mira yo he estado pensando y reflexionando mucho. Estos días he estado hablando con médicos y con bastante gente, preguntándome qué hago, qué debo tener en cuenta para elegir una cosa u otra. Y todos me decían; si quieres ser feliz a los 50 años, tú tienes que tener en cuenta aquellas especialidades que te permitan tener una vida plena. Me decían tú pregunta a los adjuntos si son felices en ellas o no.
¿Y es lo que ha hecho?
Sí yo les he preguntado. Y ahí son felices. No están quemados, y tienen calidad de vida. Y eso lo que yo quiero para poder formar una familia. Porque, si tengo la posibilidad de elegir, no voy a hacer algo dónde me están diciendo que no están bien.
¡Qué pena. Con la falta que nos hacen médicos de familia!
Ya pero es mi propio médico de familia me dijo que no lo hiciera. Me parece que todas las especialidades son preciosas, pero si puedo elegir algo que me apasiona y dónde, además, sé que no me voy a quemar, pues opto por eso.
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Desde pequeña tenía muy claro que quería ser ¿médico o médica? ¿cómo dice usted?
Yo digo médico y sí, sabía que me gustaban las ciencias, la biología. Yo no tengo familiares médicos. Tengo la referencia de la televisión y aunque pareza un poco frívolo sabía que me gustaba eso. Dudé un poco con bioquímica porque también me gustaba la investigación, pero cuando ya fui avanzando en los estudios de Medicina he descubierto que me encanta y me lo he pasado genial. Es la profesión más bonita que hay porque ayudas a los demás en los momentos de mayor debilidad. Es un regalo, sinceramente.
Creo que además en su entorno ya esperaban esa nota tan altísima.
–Mis amigos lo tenían clarísimo. De hecho, en tercero de carrera cuando hicimos el paso de ecuador del grado, nos daban unas bandas y votábamos. Y los amigos ya me dieron la banda número 1 del MIR. Ellos siempre han considerado que lo podían conseguir.