Las cámaras la quieren, y en sus años de trayectoria ha dado vida a multitud de personajes, algo que ella aspiraba a hacer desde que era pequeña. Se dio a conocer en producciones que marcaron la historia de varias generaciones, como Aída o Escenas de matrimonio, que consiguieron desatar las risas de quienes las veían. Ahora, Miren Ibarguren (Donostia, 1980) regresa a las pantallas para presentar la segunda temporada de Supernormal, una serie que, en clave de humor, retrata el día a día de muchas mujeres, para las que “las líneas que separan el trabajo de la familia son muy finas”.
Tiene una larga trayectoria en el mundo de la interpretación. ¿Qué fue lo que prendió esa mecha? ¿Qué le hizo querer adentrarse en este mundo?
En realidad no lo sé bien, porque desde bien pequeña quería ser actriz. Fue una decisión que tomé muy jovencita, la verdad, porque no sabía por qué, yo quería hacer películas, me encantaba ver películas, porque pasaban cosas mejores que en mi vida. Entonces, me flipaba tanto ese mundo que pensé “jo, yo quiero trabajar ahí”. Y nada, poquito a poco fui haciendo el camino hasta hoy.
O sea que le gusta dar vida a otras personas y contar distintas historias.
La verdad es que sí. Me apasiona eso de convertirme en otras personas.
¿Quiénes son, en ese sentido, sus referentes? ¿En quién se inspira a la hora de meterse en un personaje?
Pues nunca he sido muy imitona, la verdad, y los referentes están bien en cierto punto, pero me da mucho miedo parecerme a alguien. A veces los referentes hacen que sin querer copies y todo eso. Entonces, prefiero tener un estilo más personal que fijarme en cómo lo hace tal o cual, o intentar seguir el camino de alguien. Prefiero seguir el mío.
Que tiene un estilo personal y único lo ha demostrado sobradamente en cada producción que ha hecho. En este tiempo, también ha demostrado que la comedia es algo que le atrapa, ¿verdad?
Sí, bueno, creo que como actriz tienes que hacer comedia, drama, y tienes que hacer todo. Los actores no son actores dramáticos o actores cómicos, son actores y punto. Es verdad que los papeles que me han ofrecido son más en comedia que en drama, pero espero poder hacer de todo, la verdad. Tengo mucha carrera por delante y eso espero (risas). Me apetecería hacer de todo, pero como antagonista de la comedia no solo está el drama; también se puede hacer acción o un montón de cosas más.
Entonces, ¿cabe la posibilidad de que en el futuro la veamos armada con unas pistolas enfrentándose a una producción de acción?
A mí me gusta hacer un poco de todo. Entonces, si me ofrecen hacer algo de acción o algo de terror o algo distinto diría que sí.
¿Y qué es más difícil? ¿Hacer reír o hacer llorar?
Eso no lo sé, porque el que ríe y llora es el público. Eso está en los ojos del público que ve la película o la serie.
También podemos hacer llorar de risa.
También, sí (risas). Y es maravilloso.
¿Hay algún secreto o alguna clave para sacarle una sonrisa al público, conseguir que se ría a carcajadas?
Hombre, un buen guion suele ayudar (risas). Un buen guion es la clave de todo, sí. En el mundo de la ficción, teniendo un buen guion y teniendo un buen tempo, yo creo que se pueden conseguir grandes cosas.
Alguna vez ha comentado que cada comedia es única, que no hay dos iguales. ¿Cómo catalogaríamos Supernormal? ¿Qué clase de comedia diría que es?
¿Comedia ligera, puede ser?
Ahora nos enfrentamos, precisamente, a la segunda temporada de esta serie. ¿Cómo ha sido volver a ponerse en los zapatos de su protagonista, Patricia?
Ha sido guay, porque personalmente también era un viaje muy especial. Al fin y al cabo, cuando abordé la segunda temporada estaba embarazada, y los meses que estuve rodando pues era una pasada, porque estaba trabajando y cada vez con más barriga. Por eso, creo que personalmente, ha sido muy bonito. Aparte de que las segundas temporadas siempre son más fáciles, porque ya conoces a los personajes, el público conoce a los personajes, y puedes contar otras cosas que en una primera temporada -simplemente porque tienes que presentar a muchos personajes- no puedes profundizar tanto, ¿no? Entonces, tienes como más tiempo para contar otras cosas que quieres contar, y creo que Marta y Olatz (las creadoras de esta producción de Movistar Plus+) tenían muy claro lo que querían contar, y han tenido la segunda temporada su buen espacio y su buen tiempo para contarlo.
O sea que ha estado bien acompañada y bien guiada.
Sí. Son fantásticas.
¿Qué se siente poniéndose al frente de un papel protagonista? Porque Patricia es el personaje principal de la serie.
Más responsabilidad, quizá, aunque en todos los papeles hay responsabilidad. ¿Qué se siente? Pues más cansancio, porque estás más horas allí (risas).
Lo interesante de esta serie es que representa, en clave de humor, el día a día de muchas mujeres que en 24 horas tienen que compaginar labores de cuidados, su trabajo remunerado, etc. ¿Siente que la sociedad está avanzando en ese sentido o queda trabajo por hacer?
Creo que nos queda muchísimo trabajo por hacer. Sobre todo, la sociedad tiene que entender que no todo el peso tiene que caer sobre las mujeres, porque da la sensación de que somos madres, por ejemplo, y nos llenamos de culpa. Si das de mamar hasta el cuarto mes es poco, si das hasta el segundo año es demasiado, si das biberón está mal, si das biberón es mejor... Hay tantas teorías sobre todo, que lo que hace falta es aunar experiencias y que la sociedad apoye más la maternidad.
Una mayor empatía, ¿no?
Sí, mayor empatía, claro. Pero sí que queda camino por hacer.
¿Ha sido un reto ponerse en esta piel, representar a todas estas mujeres? ¿En quién se ha fijado a la hora de darle vida?
No hay más que fijarte a tu alrededor. Todas las mujeres tienen un montón de responsabilidades en casa y en el exterior que tienen que solventar. Llevan una mochila muy pesada encima, y es histórico el papel de las mujeres respecto a eso. Así que tengo ejemplos en cualquier parte.
¿Qué nos espera en esta segunda temporada de Supernormal? ¿Con qué nos vamos a encontrar?
Pues mira, sobre todo es una segunda temporada muy divertida. La verdad es que a través de los personajes explican asuntos vitales bastante del día a día, y la verdad es que -nosotros la vimos el otro día- te quedas con buen sabor de boca. La comedia a veces barre muchos dolores.
O sea que la gente que vea esta serie se quedará con buen sabor de boca, ¿no?
Sí.
La de la interpretación es, de todas formas, una profesión que conlleva largas temporadas de viajes. ¿Hay algo que eche de menos de casa, de Donostia?
Hace unos días fue Donosti Eguna, tocaron la Tamborrada, y la verdad es que lo echo muchísimo de menos. Es verdad que echo de menos la tierra, sí.
Y supongo que la comida también un poquito, ¿no?
Hombre, claro, imagínate. Irme de pintxos... Y también echo de mucho de menos a mis amigas.
¿Cómo recuerda su infancia en Donostia?
Bien, con sus más y sus menos, pero bien. Criarte en una de las ciudades más bonitas del mundo es increíble. Es una suerte poder ser de Donosti, la verdad.
Y ¿qué le depara el futuro?
Espero que mucha felicidad.
¿Ese es, también, su propósito para este año? ¿Ser feliz?
Sí, siempre. Estar contenta. Creo que es lo más importante.
FICHA
Fecha de nacimiento: 23 de mayo de 1980.
Lugar de nacimiento: Donostia.
Filmografía: Entre las producciones en las que ha participado se encuentran, por ejemplo, Aída (2005-2014), Fe de etarras (2017), La que se avecina, Operación Camarón (2021), Mamá o papá (2021) y Supernormal (desde 2021), cuya segunda temporada acaba de ver la luz en Movistar Plus+.
SUPERNORMAL
Año de lanzamiento: 2021.
Género: Comedia.
Plataforma: Movistar Plus+.
Creadoras: Olatz Arroyo y Marta Sánchez.
Actores: Entre los personajes principales se encuentran Patricia Picón (Miren Ibarguren), Marisol (Gracia Olayo) y Alfonso (Diego Martín).
Sinopsis: La serie sigue la vida de Patricia Picón, que “ha venido a este mundo a ser la mejor dentro y fuera de su casa. El único problema es que las líneas que separan el trabajo de la familia son muy finas y Patricia acabará llevándose el trabajo a casa y la familia a la oficina, y eso nunca sale bien”, explican desde Movistar. Y es que, tal y como cuentan, esta serie ha venido a demostrar lo que todo el mundo sabe: “no se puede ser perfecta en todo y además ser feliz. Todos lo saben... menos Patricia Picón”. En esta segunda temporada, la trama arranca con Patricia Picón sin trabajo, dedicada por completo a sus cuatro hijos y apoyando a su marido Alfonso en sus nuevos proyectos. Parece que ha encontrado por fin la tranquilidad pero algo dentro de ella sigue bullendo. Y es que, “no nos engañemos, Patricia Picón sigue siendo Patricia Picón. Retomar, después de dos años, un trabajo tan competitivo y exigente como el suyo no va a ser fácil, y menos cuando vuelva a cruzarse con Mauro...”, adelantan.