Juan Echanove: "Si no llevas una obra de teatro al Arriaga, la gira no está completa"

Para Juan Echanove, venir o, mejor dicho, volver a Bilbao significa remontarse a la época en la que todavía no había pisado un escenario. Concretamente a cuando era “un chavalito de seis años” y, que por casualidad, por estas fechas visitaba a su abuela que vivía en la calle Doctor Areilza. Esto junto a tirarse por el Gargantua y los bollos de mantequilla le parecían algo “maravilloso” porque “aquí encontraba una libertad que en esos momentos Madrid no le daba”.

En esta ocasión, el actor, productor y director regresa para estrenar Ser o no ser en el Teatro Arriaga, obra que podrá verse desde este jueves hasta el próximo domingo 18 de diciembre. Hacer una parada aquí era imprescindible: ”Cuando emprendes un proyecto teatral y no está en la programación del Arriaga parece que la gira no está completa”, ha asegurado esta mañana en rueda de prensa.

"NECESITABA UNA COMEDIA"

Hace dos años de su última visita, cuando se metió en la piel del dictador dominicano Rafael Trujillo en La fiesta del Chivo de Vargas Llosa. Esta vez se sale de la línea de esos personajes “que han estado en el lado malo de la historia y originados en el mundo de las sombras”, para llevar por primera vez la batuta y protagonizar una de las grandes comedias del siglo XX.

La obra "Ser o no ser", dirigida por Juan Echanove, llega al Teatro Arriaga Deia

La decisión de huir el drama se cuajó a lo largo de las giras hechas en los dos años de pandemia. "Necesitaba salir al escenario con el único objetivo de que el espectador pudiera exteriorizar su risa y alegría y contagiarla con el resto de la platea", ha admitido.

Ser o no ser fue originalmente una película dirigida por Ernst Lubitsch y estrenada en 1942, en plena Segunda Guerra Mundial. La trama de esta representación se ubica en Varsovia, en agosto de 1939. Para ser exactos, en un teatro donde la compañía del matrimonio Tura trata de ensayar ¡Gestapo!, una obra que satiriza la amenaza mundial que suponen Hitler y el nazismo. Los problemas se multiplican y, al final, estos actores se ven involucrados en una trama dentro de la invasión de Polonia y “cuya participación será definitiva para evitar que la resistencia caiga por culpa de un espía nazi”.

A Echanove le surgió un problema para llevar a escena: “¿Cómo le convenzo a la gente de que en el año 39 hubo un loco que invadió Polonia?”. Cuatro semanas después del estreno, “mira tú por donde Putin invade Ucrania”. Reconoce que entonces “todo cambió porque pasé a preguntarme cómo decirle a la gente que el argumento no era algo pretendido”.

Añade que , además, durante las representaciones que llevaron a cabo en Madrid, la compañía recibió la visita de una pareja de actores ucranianos. “Vivimos en una sociedad en la que si no ocurre algo en el salón de tu comedor, crees que no ocurre, pero las cosas pasan y más cerca de lo que pensamos”, ha manifestado.

La obra original contaba con 37 personajes. Son 7 los actores que conforman el pase de esta obra: Lucía Quintana, Ángel Burgos, Gabriel Garbisu, David Pinilla, Eugenio Vilorta y Nicolás Illoro. A excepción de dos actores, el mismo con el que Echanove ha contado para anteriores producciones. ¿Cómo se redujeron los personajes? La solución: cada actor interpreta entre 4 y 5 papeles. "Un proyecto con más de siete actores en cartel tiene una dudosa trazabilidad hoy en día", aludía en relación a las dificultades para hacer teatro actualmente.