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"Si se excita viendo porno violento, lo normal es que luego trate de llevarlo a cabo"

El experto advierte sobre los riesgos que conlleva el visionado del porno por parte de los más jóvenes que “aprenden” y relacionan la violencia con la sexualidad
El sexólogo José Luis García.
El sexólogo José Luis García.

 ¿Cómo afecta el consumo del porno en la adolescencia?

Todos los niños y niñas necesitan saber conocimientos básicos acerca de su cuerpo, su desarrollo corporal, identidad sexual, emociones, sentimientos… son necesarios para un desarrollo saludable de la afectividad, sexualidad y las emociones. Sobre todo si queremos que sean adultos con unos niveles de salud sexual de calidad. He estado 36 años en consulta clínica, viendo hombres y mujeres con problemas sexuales, y una mala educación puede repercutir negativamente en la vida sexual y afectiva posterior. Esos conocimientos no se dan en casa ni en la escuela. Lo que les interesa no se habla, y buscan las respuestas fuera. Ha ocurrido siempre, se ha aprendido sexo de malas maneras, en la calle, amigos, revistas.. pero ahora para los niños y niñas pornográficos, el internet y la porno violenta son el referente educativo, son los que contestan a las preguntas que se hacen, y es un riesgo importante para su salud sexual.

¿Cuál es la situación actual?

El 92-95% de los jóvenes consume porno. En el caso de los chicos asciende a 92% y 89% en chicas; aunque esa brecha se está disminuyendo, y en los próximos años seguramente sean similares. Antes de los 20 años consumen entre 1000 y 5000 horas de porno. El 90% de los vídeos que ven contienen violencia sexual real. Una asfixia o una felación con arcadas, o tirar de los pelos son situaciones reales, la violencia que muestran los vídeos es una violencia real. Hay gente que piensa que no tiene efecto, que es ficción o es como ver Superman. Y no. El poder adictivo del porno está fuera de duda. Es uno de los efectos más investigados, no hay ninguna duda, es uno de los poderes más importantes de todas las drogas. Se consume de forma generalizada, gratis, excita, da placer y el producto es el deseo sexual. Todo se da en un contexto sin educación sexual profesional, si la hubiera los efectos serían aminorados. Pero si un niño antes siquiera de dar un beso ha visto porno, ese visionado que le excita, le da placer y lo hace a escondidas puede tener efectos importantes en la construcción de su sexualidad. Y las preguntas que se hace son respondidas por el porno, que tiene mensajes perversos. Y muy potentes.

¿A qué se refiere?

Que la violencia sexual es sexualidad es un mensaje muy negativo. Nos dice que el hombre se excita ejerciendo la violencia, y que la mujer se excita siendo violentada, humillada y forzada. Y el segundo mensaje es que es muy fácil follar. Todos los actores acaban consiguiendo su objetivo: penetrar a la mujer por boca, ano y vagina, y sin condón. Das el mensaje de que es fácil, basta con que te lo propongas, y si acaso con dinero, o forzando o engañando se consigue.

¿Qué relación hay entre consumo precoz y abusivo de la pornoviolencia con las agresiones sexuales a mujeres y menores?

No hay una relación causa efecto. Directamente no conlleva ser un agresor. En el fumar no se puede hablar de causa efecto, pero sabemos que hay una elevadísima probabilidad de tener cáncer de pulmón si eres fumador, y sobre todo precoz... Con el porno hay menos estudios pero sospechamos que hay una relación importante. Reflejan que los hombres tienen conductas y actitudes proviolencia. La cuestión es qué tipo de porno ven, desde cuándo, cuanto... hay variables que lo explican. Pero si un chico ha visto porno en el que el hombre suele forzar, humillar, o vejar a la mujer es probable que en el futuro inevitablemente use la violencia. Porque el porno enseña, es el manual de instrucciones de relaciones sexuales de nuestros chicos y chicas. No tienen con qué comparar y encima les excita, se masturban con ello. No conozco ningún estudio que diga que ver porno violento de forma precoz y abusiva es maravilloso. Pero sí muchos que dicen que se asocian a conductas violentas. Es cierto que hay algunos que dicen que no, pero hay también muchos intereses porque es un negocio impresionante... Si un anuncio de 20 segundos en televisión influye en las conductas de los espectadores, ¿cómo no va a influir ver mil, dos mil, cinco mil horas de porno excitados, con placer, masturbándose?Claro que influye.

Esta misma semana la Fiscalía advertía de que los menores imitan el porno y no son conscientes siquiera de estar cometiendo una agresión sexual.

Sí. Todos los informes de la Fiscalía insisten en esta idea. Y todos los años hay un incremento. Hay mecanismos psicológicos de aprendizaje que podrían ayudarnos a entender todo esto. Y es que aprendemos a través de modelos, los niños y niñas imitan lo que ven. Si yo veo pornografía y mi cerebro al verlo se inunda de dopamina y eso me da placer, es probable que repita la experiencia. Además en gratis, hay millones de vídeos. El porno enseña cómo hay que hacer el amor, cuál es el papel del hombre, de la mujer... pero es un modelo raquítico, fisiológico, de gimnasia sexual. Que se basa en la penetración y poco más. Y en el que además no se usa condón, el riesgo de ITS y embarazos es altisímo. El incremento es espectacular, la clamidia ha subido un 243%, la gononerrea un 160%... esto alguna explicación tendrá, aparte de que tienen más relaciones y más pronto. Y sin condón, en el porno no hay condones. El chico piensa que hay que follar a pelo. Es un modelo de comportamiento. En la generación porno hay un chaval que cuenta que en su primera relación estaba esperando que ella le realizase una felación, no se la hacía y pensaba que había hecho algo mal. ¿Por qué? Porque está determinado que ella tiene que hacer una felación, él tiene que forzar, asfixiarla y hacer penetración anal. Es un patrón que tienen muy normalizado.

¿Empezar tan pronto con el porno acaba asociando el deseo con la violencia?

Hay una asociación clara, si me excito viendo violencia, lo normal es que trate de llevar a cabo esa asociación cuando tenga oportunidad... y es que si no hay violencia es probable que no me excite. Una de las consecuencias del consumo del porno es la disfunción erectil, acaban teniendo problemas porque la relación normal, estándar, ya no le pone. Eso trae conflicto con su pareja también, porque solo le excita el porno, o acude a la prostitución. Por 30 euros puede pedirle lo que quiera. El porno es un catálogo de trastornos de la conducta sexual que nos dice que todo es normal, la pedofilia, la pederastia, el incesto, el sadismo, el masoquismo... todo vale. Hay trastornos de la conducta sexual. 

¿Se consiente en el sexo una violencia que no se admite en ninguna otra situación?

Claro, se normaliza. Es lo que se espera de ti. Hay una entrevista de Billie Eilish en la que confiesa que consumía porno desde los 11 años, y que eso le destruyó el cerebro. Porque hacía cosas porque es lo que se esperaba de ella, aunque no le diera placer. Hay niñas que tienen relaciones con dolor y sin placer para que no le deje su pareja, y porque la chica del porno lo hace, y no le pasa nada. Es un asunto dramático, hay que competir con el porno.

¿Qué solución tiene?

Yo propongo una nueva visión de la sexualidad que contraste con la que van a ver sí o sí los chavales. Donde haya un móvil ahí está el porno. Hay que decirles que el sexo es positivo, maravilloso, cuando se da en un entorno de acuerdo, respeto... hay que trabajar eso. Hay que capacitarles para que antes de ver porno tengan esa visión y decidan que no quieren ver ese tipo de vídeos, porque no tiene ventajas. La violencia es violencia, no es sexualidad. Creer que la violencia forma parte de la sexualidad es un retroceso de la civilización terrible. El porno altera la empatía y la capacidad de compasión. Considera a la mujer como una cosa. 

Imparte talleres a adolescentes. ¿Con qué se encuentra en los institutos?

Se nota que hay algunos que han visto muchísimo porno. Hablan de bukake, del gangbang... en el porno todo vale, y el riesgo de eso es altísimo.

A las chicas se les enseña que tienen que ser sumisas.

Sí, y de hecho pueden llegar a conseguir que disfruten de la violencia. Hay un trastorno de la conducta sexual que es el masoquismo que consiste en que disfutan siendo humilladas, abusadas, violadas... y lo consideran normal. Las mujeres que consumen porno tienen cuatro veces más de oportunidad de ser abusadas, porque normalizan la violencia.

2023-11-27T07:07:07+01:00
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