Cuando se va por la calle prestando atención a lo que nos rodea, a los amantes de los perros no les resulta complicado identificar a un perro sénior durante su paseo habitual. Sí, las canas de su cara dan un pista, pero más delatores son sus andares. A pesar de mantener su instinto de no mostrar debilidad, los perros mayores no pueden evitar andar más despacio, no juegan con otros perros, están más rígidos, se cansan antes. “Son síntomas de la edad”, se suele decir, pero precisamente por ello debemos estar alerta y asegurarnos de que no hay algo más.
Teniendo en cuenta que los perros viven cada vez más años, tenemos que ser conscientes de que puedan aparecer ciertos achaques de la edad, pero también algunas enfermedades como por ejemplo la osteoartritis, una enfermedad que afecta a uno de cada cinco perros y que les puede resultar muy dolorosa e, incluso, incapacitante.
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Las canas también son un síntoma de edad avanzada en los perros.
Qué es la osteoartritis
La osteoartritis es una enfermedad articular degenerativa que aparece en los perros según la edad, la raza, el peso y su historial médico. Es la causa principal de dolor y movilidad reducida en los perros de edad avanzada.
Lo primero que tenemos que saber es que no se puede curar: “Es normal que suceda cuando el perro tiene más de 8 años”, asegura el veterinario clínico Andrés Santiago, quien explica que se trata de la degeneración de la capa que amortigua el roce entre los huesos, que con los años se desgasta, roza, provoca dolor. Pero sí se puede paliar
Para poder aliviar los síntomas de esta enfermedad y darles una mejor calidad de vida, Andrés Santiago nos facilita unos consejos para ayudarles a mejorar su calidad de vida en sus últimos años, así como nos advierte de cuáles son los errores más comunes que cometemos ante la osteoartritis canina.
Errores más comunes
No prestar atención a estos síntomas y no consultarlos con un veterinario nos lleva a ignorar que paceden de osteoartrosis, lo que nos hará cometer errores en su cuidado y que su malestar aumente.
Creer que solo es por la edad
Sin dejar de ser cierto en parte, el primer error que cometemos y que debemos evitar es el de no hacer nada y pensar que el hecho de que estén todo el día tumbados en sus camitas es normal. El problema de la osteoartritis es que hay veces que ese dolor pasa desapercibido para los humanos porque ellos lo normalizan y terminan sobrellevándo. “Los perros instintivamente enmascaran su dolor, pero esto no es lo ideal para ellos”, explica Santiago.
No tratarlo antes de que aparezca
Nuestros perros pueden llevar una vida adulta con vitalidad y para ello debemos actuar varios años antes y retrasar la aparición de esa artrosis. Santiago recomienda la administración de condoprotectores desde los 7 u 8 años, y desde cachorros si son razas de rápido crecimiento o razas como bulldog y tekel. Estos facilitan la lubricación de las articulaciones, desinflamando la zona cuando ya ha aparecido.
“Pero también tenemos que cuidar su peso con una alimentación equilibrada, suplementándola con vitaminas y minerales”, explica Andrés Santiago, porque el sobrepeso puede acelerar la destrucción del cartílago articular.
Eliminar los paseos de su rutina diaria
Los paseos y el ejercicio son fundamentales para nuestros perros, incluso cuando se hacen mayores. En ocasiones creemos que, como no andan cómo antes, no necesitan salir tanto de casa, pero la realidad es que son preferibles varios paseos cortos y frecuentes a uno o dos de duración normal. Además, podemos aumentar la distancia de las caminatas conforme se vaya fortaleciendo su musculatura.
Cómo mejorar su calidad de vida
La osteoartrosis no tiene cura, pero sí se pueden atenuar sus síntomas y sus efectos para darles una mejor calidad de vida. Esto es lo que se puede hacer.
Proporcionarles el mejor descanso
A la vuelta del paseo con nuestro perro sénior, una vez ha bebido agua, se dirigirá a su cama o al sofá para tumbarse y descansar. Por eso es importante tener una buena cama, cómoda. Si es de viscoelástica, mejor, ya que permite el mejor descanso de todas sus articulaciones. Les ayudará a distribuir su peso de manera uniforme y reducir la presión en estos puntos, aliviando el dolor.
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Un perro sénior descansa apoyado en un pretil de piedra.
Elegir el mejor condroprotector
Los condroprotectores “son suplementos alimenticios que retrasan el desgaste de las articulaciones, siendo la mejor opción para prevenir y tratar la artrosis sin fármacos”, explica Andrés Santiago. Lo ideal es que estén compuestos de ingredientes 100% naturales y no tengan efectos secundarios, que no afecte al hígado o los riñones a largo plazo. Aunque la mayoría de estos medicamentos son en pastilla, la casa Silverwoof cuenta con uno líquido, con aceite de salmón, “será más fácil que se lo tomen como si fuese un premio. Y también recomiendo que se compruebe que esté elaborado con colágeno tipo II sin desnaturalizar y ácido hialurónico porque le ayudará a tratar el dolor, la rigidez y la inflamación”.
Mejorar la accesibilidad del hogar
Otra de las recomendación es la de habilitar nuestro hogar con rampas para que nuestro perro pueda acceder a su sofá favorito sin hacer grandes esfuerzos, y alfombras para que no se resbale. “En estos casos es interesante incluso estimular el movimiento en casa cuando son mayores o cuando tienen artrosis y movilizar un poco todas las articulaciones paseando por casa y después volver a la calle. Si lo sacamos a la calle con las articulaciones frías, se va a resentirá mucho más”, explica. Además, si el perro tiene mucha artrosis “se le pueden hacer unos movimientos pasivos en todas las articulaciones mientras está tumbado en su cama antes del paseo”.