Vida y estilo

“Si te duchas todos los días puedes meditar todos los días”

Kiko Pallarés, ‘KIPAL’, aprendió a ser feliz a través de la meditación y no tiene duda de que todos los seres humanos obtendrán ese mismo resultado si se comprometen con ella. En ‘La respuesta: Cómo aprendí a ser feliz’ ofrece las claves de la meditación
Kiko Pallarés se inició en la meditación en el año 1973. / K.P.

“Nuestro entorno es acelerado, exigente; es cierto. Por eso, es fácil caer en la constante frustración, pues aunque creas que llegas a todo, en el fondo sabes que no es así. Nada es suficiente ni permanente. Mientras tanto, no consigues percibir lo increíble que es el hecho de estar aquí y ahora, de vivir”, sostiene Kilo Pallarés, Kipal, experto en meditación, formado en las escuelas budistas e hinduistas.

“Para integrar la meditación o la autoobservación no te engañes: no es cuestión de tiempo, sino de decisión. Lo que quiero decir es que diez minutos al día pueden equivaler a una hora o incluso más, ya que en esta práctica la calidad es mucho más importante que la cantidad”, recalca Kipal. “He estado en templos impresionantes, pero la experiencia más increíble fue descubrir que el templo más sagrado está dentro de mí. Ese fue, y sigue siendo, el momento más transformador de todas mis experiencias.

QUIÉN ES

Kipal es el avatar de Kiko Pallarés, exitoso empresario que ha dedicado su vida a la búsqueda del sentido de la existencia. Todos los días, tras colgar su traje de ejecutivo, se sentaba a meditar con el propósito de emular a los grandes maestros. Se inició en la meditación en el año 1973 y desde entonces ha estudiado todas las escuelas budistas e hinduistas. Tailandia es su patria de adopción, donde se zambulle periódicamente en su vida monástica.

¿Es fácil/difícil conciliar el trajín laboral de nuestro mundo de prisas con la meditación?

No es difícil. La prueba es la gente que combina el gimnasio con su trabajo; si te duchas todos los días puedes meditar todos los días; es cuestión de organizarte. No es cuestión de meditar 40 horas al día, puedes elegir el momento que te venga bien. Es tu momento.

¿Es posible conseguir que el reloj no arrumbe tu tiempo inmaterial de reflexión?

Sí. La meditación no es una reflexión, sino una autoobservación; se trata de poner la atención en tus procedimientos internos; de lo que te surge, en distanciarte un poco de lo que eres, de lo que tú crees que eres. Eso a veces son cinco minutos; no es una cuestión de reloj, sino de un momento dado.

¿Afanarse en la continua y permanente búsqueda de la verdad y ser feliz son sinónimos?

Cuando sabes que algo es verdad te tranquilizas. Si vives en un engaño estás incómodo, inquieto, pero cuando crees que algo es auténtico te encuentras mejor. La autenticidad, la realidad y la verdad son casi la misma palabra.

Muchos buscan la meditación de la vida monástica en el Oriente lejano, pero si no puedes ir a Tailandia, ¿es posible la meditación en el mundo occidental?

Pienso que es un tema cultural. La meditación en Oriente es una cuestión cultural, una manera de ver las cosas. Es una búsqueda bastante diferente, pero al final el objetivo es el mismo. Aquí somos más reflexivos y eso tampoco es malo, va bien para la meditación.

¿Hay mucha diferencia entre los niveles de meditación, los ejercicios espirituales y los niveles dhyána orientales?

Si hablamos de la meditación, no hablamos de reflexión, sino de una observación de tus procesos. Me refiero exactamente a cómo surgen tus pensamientos, tus emociones, a observarte e implicarte de una manera ecuánime. Lo que haces es distanciarte de todo eso y puedes gestionarlo mejor. No se trata ni de rechazar ni de aceptar nada, sino de tener una herramienta más para gestionar todos tus procesos. Los ejercicios espirituales son algo totalmente distinto, que no está mal y que puede tener unas repercusiones muy positivas en tu vida. La motivación es la ecuanimidad, mantener un poco de distancia sobre todo. Siempre digo que el budismo no se basa en la creencia, sino en la duda. La duda es una búsqueda constante, una actualización diaria. Tienes que actualizarte día a día.

En las dhyána orientales se habla de moradas celestiales, ¿no se parecen a las moradas de las que hablaba y buscaba santa Teresa?

Santa Teresa tiene una frase increíble que es “ama hasta que te duela”. Los grandes maestros de meditación, los grandes gurús no hablan de hacer cosas raras, hablan del amor, de empatía; aunque son caminos distintos, esa es la finalidad, ser más amable, más empático contigo mismo y con los demás. Esa es la gran transformación que debes hacer.

Su discípulo, Rafael Santandreu, le describe como realista, científico, valiente, comprometido con la verdad y con los demás seres humanos. ¿Para hacer ese camino a la verdad es mejor tener un buen maestro que mil sesudos libros?

Tener un buen maestro está muy bien, pero a veces es difícil encontrarlo. Creo que es bueno pedir información porque se trata de la búsqueda y la duda. La duda tiene que estar siempre presente en tu maestro y en lo que lees para ir afinando bien la puntería. Por supuesto, tienes que elegir bien al maestro; conocer qué pasos ha dado para acertar. Pero sí puede ser importante, en un momento dado, encontrar un buen consejo con una buena persona que puede ser tu maestro.

Su libro propone la búsqueda de la respuesta, pero una respuesta necesita una(s) pregunta(s) previa(s). ¿Qué preguntas importantes hay que hacerse en la vida?

Normalmente creemos que nos falta algo; nos van bien las cosas, vamos tirando, pero falta algo. Como si algo se nos escapara. Esa es la pregunta ¿qué es lo que se nos escapa?, ¿qué me falta por entender?, ¿hay algo que no encaja? El libro busca la respuesta a eso; la respuesta es el autoconocimiento de uno mismo, conocerte un poco más a ti mismo con respecto a observarte más. Eso propone el libro.

Amistad, bondad, alegría empática, son fluidos virtuosos que manan de la fuente de la meditación, ¿surgen espontáneamente o hay que transitar el camino de cómo hacerlos brotar?

Todas las cosas de nuestra vida surgen de practicar algo de una manera u otra. La búsqueda te lleva a conocer, a obtener información. En ese momento, empiezas a reflexionar sobre ese conocimiento, poniéndolo a prueba. Hasta que, poco a poco o de repente, comienzas a entenderlo y, de nuevo, con el tiempo o de forma súbita, lo logras asimilar. Es entonces, cuando lo integras en ti, en tu comprensión. Es en este punto, cuando ya lo tienes integrado en tu vida, que se convierte en la base de tu relación contigo mismo, con todo y con todos. Pase lo que pase o hagas lo que hagas, ya forma parte de ti.

Su libro guía hacia la respuesta para ser feliz, es un relato vital personal. Si alguien lo quisiera emular, ¿tendría que ir a Tailandia o lo podría realizar en cualquier otro lugar?

Lo podría realizar en cualquier lugar. En La respuesta se cuenta una historia a través de personajes ficticios, pero es cierto que por medio de ellos hablo de lo que conozco, de los lugares que he visitado para llegar a más gente, pero no es necesario ir a un sitio determinado para meditar. En el libro, Marc, el protagonista que lleva una vida cómoda pero no está satisfecho, no cesa de buscar la respuesta en todo tipo de maestros y escuelas. Si quieres adentrarte en ese proceso de búsqueda lo importante es saber lo que quieres de verdad. Es la clave.

Me decía una psicóloga que el estado natural del ser humano es del bienestar a la felicidad. Entonces, ¿por qué hay tanto infeliz, deprimido, insatisfecho, estresado…? ¿Por qué aumentan los suicidios?

Para encontrar algo, primero has de saber qué quieres. Si quieres buscar diamantes y no sabes lo que son, es difícil que los encuentres. Con la felicidad ocurre lo mismo. Si quieres encontrarla tienes que saber lo qué estás buscando, porque igual eres feliz pero no te enteras. Primero tienes que buscar la información de lo que puede ser eso, meterte en tu búsqueda. La felicidad debería ser algo común a todo el mundo, independientemente de cualquier cosa; la felicidad es un estado de plenitud que alguna vez lo hemos percibido: cuando no necesitas nada más. Eso no quiere decir que rechaces todo, sino que cuando te sientes feliz contigo mismo, y lleno, con plenitud, gestionas las cosas de otra manera, utilizas las cosas mejor y conduces todo mejor.

En mi tintero quedarían muchas preguntas para su respuesta. La última, ¿a quién dirigiría con preferencia su libro? ?

Mi intención ha sido dirigirlo a las personas que están ya en este proceso, creo que les puede ayudar a inspirarse para seguir en la búsqueda, y también a las personas que tienen una cierta curiosidad por esto, pero lo encuentran algo raro, distinto o complicado. Se trata, de alguna manera, de que el libro sea motivador para todo tipo de personas, y que motive esa búsqueda. En el libro invito a buscar, a no parar de buscar; es importante buscar esa respuesta y que te sientas bien, porque estar vivo es increíble. No se puede concebir que no puedas disfrutar de cada momento. Pero si así pasa, algo te estás perdiendo y esa es la respuesta que tienes que buscar.

26/01/2025